Al menos tres barcos venezolanos de los seis previstos se dirigen hacia Cuba cargados de petróleo como parte de una flotilla que tiene tres objetivos. Por un lado liberar espacio en Venezuela, que se ha visto obligada a almacenar cantidades enormes de la materia prima por el freno a las exportaciones, por otro abastecer a su socio y colega a la vez que se desafía a Estados Unidos.
Por 14ymedio.com
El envío total será de unos 3 millones de barriles de productos refinados y crudo pesado de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), según ha contado Argus Media, un portal especializado en el sector.
Dos funcionarios de PDVSA en la refinería de CRP confirmaron que los petroleros Terepaima, Paramaconi y Manuela Sáenz, de bandera venezolana, se dirigen a las terminales portuarias cubanas de Matanzas y Cienfuegos para entregar 940.000 barriles a la estatal Cuba-Petróleo (Cupet).
Este volumen supone cuadruplicar las cantidades que se estaban entregando a la Isla en los últimos meses, cuando la cifra era de 200.000 barriles diarios. Según la publicación, Cuba necesita en torno a 160.000 barriles diarios y produce apenas 50.000.
Las fuentes de PDVSA indicaron que Terepaima transporta 500.000 barriles que deben llegar este viernes a Matanzas, mientras Paramaconi llegará el fin de semana con otros 300.000. Ambos petroleros apagaron sus transpondedores poco después de partir de Cardon y Amuay, cerca de la refinería CRP.
El buque tanque Manuela Sáenz salió ayer del puerto con más de 300.000 barriles de gasolina con destino Cienfuegos, pero se desconoce cuándo arribará, puesto que aún no había apagado su transpondedor. Este cierre es una técnica empleada por muchos cargueros en el mundo, entre ellos los iraníes, para opacar sus trayectos y evitar las sanciones. Según revelaron fuentes de PDVSA, el protocolo es hacerlo cuando se supera el límite de 12 millas desde la costa de Venezuela.
Para completar el envío de los 3 millones previstos, aún deben llegar a Cuba el Ícaro, con 300.000 barriles de fuel oil, que previsiblemente saldrá el día 6 de octubre hacia la Isla; y el Yare, con 300.000 barriles de crudo Merey; y el Luisa Cáceres, con 300.000 barriles de gasolina que aún no han sido localizados pero se sospecha que ya han iniciado el viaje. Todos los barcos van con bandera venezolana a excepción del Ícaro, que porta la panameña.
La producción de crudo de venezolano se redujo a alrededor de 650.000 barriles diarios en septiembre, frente a los 750.000 de agosto, según informa Argus, porque la capacidad de almacenamiento, continental y flotante, estaban al límite, llevándolos a cerrar la producción en Orinoco de aproximadamente, que es de 120.000 barriles diarios.
Caracas culpa a las sanciones estadounidenses por la pérdida de producción y exportaciones. “Los propietarios, operadores y aseguradores de buques tanque no quieren trabajar con nosotros debido a las sanciones estadounidenses”, dijo un funcionario del Ministerio a Argus Media.
“La implosión de PDVSA se está acelerando y el Ministerio de Petróleo y la junta directiva no tienen ni idea de cómo revertir o incluso frenar el colapso”, dijo un funcionario a la publicación.
Argus intentó sin éxito comunicarse con La Habana, que, presumiblemente, espera con ansia el abastecimiento, puesto que la escasez de diésel complica desde hace semanas el día a día de los cubanos, que han viven una reducción de los servicios en todos los sectores, desde el transporte a la alimentación, la sanidad y la educación.
Las autoridades cubanas habían advertido a inicios de septiembre que este mes “la coyuntura” se aliviaría con la llegada de más combustible. Ninguno de los petroleros que van hacia Cuba está en la lista de sanciones.