Ahora bien, actualmente la situación de los integrantes de la FAN es muy difícil como la es para el ciudadano común. Es obvio que Maduro con un reprobación de su gestión de más de 80% no puede tener un apoyo masivo al interior de la institución militar. El rechazo en la calle es proporcional a rechazo en los cuarteles. La situación de precariedad social y la depauperación alcanzó al hombre de uniforme. La cantidad de bajas es significativa, la falta de buena alimentación para la tropa es manifiesta, la dotación y el apresto está en su peor momento y lo más grave, la esperanza, la motivación y la moral están significativamente afectadas. Cuando el oficial sale del cuartel y se encuentra con la realidad cruda de su familia, del hijo o pariente que quiere emigrar porque no tiene esperanza, lo debe poner a reflexionar sobre la conveniencia de seguir siendo el soporte de un régimen decadente.
Por ello, en el Plan País que constituye el mejor esfuerzo para dotar a Venezuela de un una política pública articulada para acabar con la hiperinflación, poner a crecer la economía y devolver la esperanza al pueblo, hay un capítulo dedicado a la FAN, cuyas líneas fundamentales dicen lo siguiente. “La institución militar tiene un papel de primer orden en la construcción de una democracia próspera, justa y plural, tal como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Este papel debe comenzar garantizando la independencia, la soberanía y la seguridad de la nación, asegurando la integridad del espacio geográfico, para esto se deberá recuperar la exclusividad de la posesión y uso de las armas de la República. No se tolerará la existencia de grupos parapoliciales, ni tampoco la presencia en el territorio nacional de grupos paramilitares”. “El eje orientador del rol de la Fuerza Armada es el de estar al servicio de toda la Nación. Por eso es indispensable llevar al más alto grado la profesionalización de la institución. En ese sentido se considera indispensable el mayor respeto de los criterios de mérito, escalafón y capacidad en ascensos, promociones y asignaciones de mando”.