La Cruz Roja anunció este miércoles que decidió suspender la atención que brinda en el país por no poder garantizar la seguridad de los voluntarios, al tiempo que ha denunciado “agresiones” a sedes y ambulancias en el marco de las protestas que suceden desde hace una semana.
“Hemos decidido suspender la atención que damos por costumbre dada la falta de garantías (hacia los voluntarios) que existe y las continuas agresiones de las que hemos sido objeto”, ha anunciado la presidenta de la Cruz Roja ecuatoriana, Victoria Albán. “Para nosotros, nuestros voluntarios y personal humanitario, se ve hasta cierto punto en peligro inminente”, ha agregado Albán.
En este contexto, la gerente de Áreas Esenciales de la Cruz Roja ecuatoriana, Tatiana Moreno, ha denunciado que, desde que se iniciaron las protestas, el organismo ha sufrido agresiones en cinco sedes, en diversas ambulancias y sus voluntarios han sido golpeados con “piedras y cables”.
“El voluntario es una persona que se forma, que da su tiempo libre”, ha defendido la gerente, que ha recordado que Cruz Roja lleva 109 años en Ecuador y que la entidad no es parte del Estado. “No somos un bien público, no recibimos dinero del Estado”, ha dicho Moreno. “Somos ciudadanos, hombres y mujeres, que creemos en el respeto, la dignidad y la humanidad”, ha zanjado.
DESABASTECIMIENTO DE SANGRE
Por otra parte, la gerente general del Hemocentro de la Cruz Roja ecuatoriana, Mónica Pesantes, ha comunicado que sólo atenderán emergencias hematológicas a nivel nacional, porque hay un desabastecimiento de sangre, según ha acordado con el Ministerio de Salud del país.
El Hemocentro tiene sangre para cubrir emergencias durante los próximos dos o tres días, precisó. En este contexto, ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que se done sangre. “Si no hay sangre no hay productos sanguíneos para atender a los enfermos”, ha afirmado.
El servicio de sangre de la Cruz Roja ecuatoriana es un servicio nacional que cubre el 70 por ciento de las necesidades sanguíneas de la población, tanto en la sanidad del sector público como del sector privado.
El vicepresidente de Ecuador, Otto Sonnenholzner, aseguró este miércoles que las fuerzas de seguridad están logrando “frenar” la pretensión “de desestabilizar” al gobierno liderado por Lenín Moreno.
“Gracias al esfuerzo de todos, gracias a lo que hacemos en conjunto con las Fuerzas Armadas, con la Policía Nacional, con los municipios del país estamos logrando frenar esta pretensión de desestabilizar al Gobierno Nacional por parte de grupos políticos organizados y enfocados en hacerle daño a Ecuador”, dijo.
Así lo aseguró en una cadena nacional a mitad de la jornada de la huelga nacional en la han habido marchas en diferentes parte del país, y en la que miles de indígenas caminaron por el centro norte de Quito en protesta por la elevación del precio de los combustibles.
Los manifestantes salieron este miércoles desde la Casa de la Cultura Ecuatoriana, situada en el llamado Parque El Arbolito, donde se reunieron tras llegar a principios de semana desde el interior del país en caminatas, autobuses y camiones.
De su lado, representantes de los sindicatos y otros movimientos sociales, que también tienen previsto marchar hoy en Quito, cortaron a primeras horas de la mañana un tramo de la avenida 10 de agosto, una de las vías que lleva al casco histórico de Quito y escenario la semana pasada de violentas manifestaciones.
Perteneciente a la comunidad de Zumbahua, en la provincia de Cotopaxi (centro andino), Diana Guanatuña, reclamó porque consideran que han sido discriminados por el Gobierno liderado por Lenín Moreno que, por su lado, asegura tener el diálogo abierto con los indígenas, a quien suele llamar “hermanos”.
Aunque algunos líderes indígenas aseguran que marchan para que el Gobierno derogue un decreto de la semana pasada con el que eliminó el subsidio a los combustibles, Gualotuña dijo a EFE que también quieren que “se vaya el Gobierno (pues) ha tenido suficiente tiempo para demostrar qué puede hacer por este pueblo y no ha hecho nada”.
Lo mismo aseguró Segundo Roldán, de la provincia del Chimborazo (centro), quien sostiene que la elevación de los precios de los combustibles le afecta directamente en su trabajo de agricultor.
En el recorrido de hoy, un joven trepó a una estatua del libertador Simón Bolívar, situada frente a la sede del Banco Central de Ecuador, para colocar una bandera del país.
Al grito de “el pueblo unido, jamás será vencido”, los manifestantes marchan portando palos, banderas tricolor de Ecuador y también la multicolor de los pueblos ancestrales.
En la manifestación se leen carteles de rechazo a la corrupción, a Moreno, al FMI, a Estados Unidos, y otras en la que aseguran que “violento no es el pueblo que lucha sino el Estado que reprime”.
Ecuador está bajo estado de excepción desde el pasado jueves cuando se dio la primera de dos jornadas de paralización absoluta de transporte público, en medio de la cual ocurrieron desmanes y saqueos.
En el centro histórico, hasta donde se dirigen también los manifestantes de los sindicatos, estudiantes universitarios y otros movimientos sociales, la Policía decomisó mochilas con gasolina que se presumen podrían servir para hacer cocteles molotov.
En una de las principales avenidas de la ciudad de Guayaquil (suroeste) se registraron enfrentamientos entre la policía y los manifestantes.
Con información de EFE.