Por Zenaida Amador | ALnavío
El mayor general de la Guardia Nacional, Manuel Quevedo, llegó a la presidencia de Petróleos de Venezuela en una circunstancia muy particular. Estaba por terminar 2017, bajo el peso muerto de los desmanes económicos de los primeros años del gobierno de Nicolás Maduro, más las secuelas profundas dejadas por el sobreendeudamiento y la politización de PDVSA promovidos por Hugo Chávez hasta su muerte en 2013. Fue precisamente su llegada la que le dio la estocada final a la maltrecha PDVSA, donde el propio Chávez combatió por todas las vías la meritocracia.
En Manuel Quevedo se hacía patente el precio que pagaba Nicolás Maduro para sostenerse en el poder, entregando cuotas significativas de la economía al alto mando militar, marcando así la caída al abismo de la industria petrolera venezolana, que por décadas fue una referencia internacional.
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