Describe Eduardo Morales Gil como Andes Eloy Blanco concibe en su imaginario el personaje de Juan Bimba. El primer día en la playa cargado de redes de pescar ¡pero desolado! porque a la entada de la ciudad el rematador oficial lo obligó a vender sus peces por un precio canalla ¿Por qué vendiste tu pescado a ese pecio? ¡Yo no se lo vendí….él me lo compró! Otro día en la ciudad trataba de vender unas Maracas labradas por él, cuando se lo lleva la recluta, en eso alguien pregunta ¿por qué se llevan a ese pobre hombre? Y Juan respondió: ¡No se preocupe amigo esa es la suerte del maraquero! Luego lo encontró en los Llanos pasando la noche a campo raso, hacia frio, Juan, dormía pecho desnudo, le peguntan: ¿No tienes frio? respondió: ¿Y yo que voy hacer con frio, si no tengo cobija? Y desde allí se lo encontró en las Bóvedas de Puerto Cabello, al lado del estudiante velador de conciencias y comenzaron andar siempre gritando su desdicha.
Andrés Eloy hizo que ese conformista, paciente e impotente…el mismo del con el acátese pero no se cumpla, con una República sin ser Republicano, con un marco democrático en dictadura, con un federalismo de etiqueta (Brewer Carias), alzara su voz y exigiera Democracia.
Pero en Democracia, ahora Participativa, vemos dos Juan Bimbas, uno, en las inmundas calles, llenas de huecos y aguas negras, comiendo de la basura, con una camisa roja, no por chavista sino porque no tiene otra, madrugando para recibir un sueldo de miseria, sometido al hampa, llorando en la Sala de un hospital para que atiendan a su hijo, sin que nadie voltee a verlo; otro, i que, socialista, utilitaristas que ven como las cosas no funcionan, pero finge demencia, porque ha contribuido a que no funcione, que ascendió socialmente, se cree tomado en cuenta e importante porque recibe instrucciones del Psuv, total y absolutamente controlado en lo que come, cómo se viste y hasta con quien se retrata.
La sociedad refugiada en el individualismo en la búsqueda de su superación personal, ha tenido que entrar en una especie de espiral de tragedia, come humanos. Los grupos de WhatsApp me hacen recodar la película protagonizada por Jim Carrey en la cual era Dios y habían tantas peticiones que decidió decir sí a todas, creando un caos mundial. Cada familia tiene su tragedia a cuesta.
Andrés Eloy acompañó a su Juan Bimba, lo ayudó abrir los ojos y ¡Juan Bimba se reveló! Con lo cual quiero significar que el trabajo político no está en convencer a los extranjeros, ni a la comunidad internacional, ni en una intervención militar, menos en exigir medidas de estrangulamiento contra la economía que afectan a todos; el trabajo político está en los Juan Bimbas, para que ¡aviven el seso y despierten! Ese Despertar Ciudadano, olvidado en la inmediatez de quienes han levitado por la política venezolana en estos últimos 20 años.
Carlotasc@gmail.com
@carlotasalazar