Autoridades en Colombia desmantelaron una organización criminal dedicada a la explotación sexual de menores de edad, entre los que había niños venezolanos. El hallazgo confirma la vulnerabilidad de estos migrantes, que son usados para alimentar las redes de trata de menores que la justicia colombiana no ha logrado frenar.
Por Unidad de Investigación Venezuela / Insight Crime
Durante el procedimiento, realizado el pasado 7 de octubre, fueron detenidas ocho personas en la Guajira, según reportó la revista Semana. La banda se hacía llamar ‘La Mona’ y sus víctimas, tanto colombianas como venezolanas, tenían entre 14 y 17 años de edad. A los menores de edad los drogaban, los disfrazaban de niñas y los forzaban a prostituirse por 60 mil pesos (US$18 aproximadamente).
Los miembros de la organización criminal se aprovechaban de que los niños venezolanos estaban en situación de pobreza; les ofrecían dinero, hospedaje y alimentación a cambio de favores sexuales. Los explotadores les ponían una peluca y prendas de vestir femeninas y, luego, un taxista los transportaba por distintos hoteles. Los niños eran sometidos en las zonas de Rioacha, Maicao, Fonseca y San Juan de Cesar.
Por el caso, las autoridades presentarán ante un juez al venezolano Feizer Javier Sancedo, alias “Petra”, y al taxista Ricaurte Mesa Argote, de nacionalidad colombiana.
Sin embargo, en Colombia, la tasa de condena sobre estos casos ha sido mínima. De las 85.000 investigaciones sobre denuncias de abuso sexual infantil entre 2005 y 2018, solo 6.116 terminaron en condenas. En la actualidad, los niños migrantes venezolanos están entre las poblaciones más vulnerables que caen en manos de estructuras criminales dedicadas a este delito.
Análisis de InSight Crime
Los casos de explotación sexual infantil de migrantes venezolanas en Colombia son cada vez más frecuentes y ya no son exclusivos de zonas fronterizas como La Guajira o Cúcuta. Estos hechos se han expandido a otros departamentos del país y ocurren en la impunidad debido a la falta de controles estatales. Un ejemplo de ello fue el desmantelamiento de una red criminal que secuestró a adolescentes en Venezuela y las llevó hasta Cartagena para prostituirlas.
Recientemente una investigación de Insight Crime también mostró cómo niñas colombianas y venezolanas son víctimas de explotación sexual por parte de una red criminal que opera en la autopista Medellín-Bogotá. La situación se repite en otras carreteras de Colombia.
Para 2018 la Fiscalía de Colombia registraba, al menos, 100 casos mensuales de explotación sexual infantil. Sin embargo, la protección hacia las víctimas es poca y permite que otras personas sean presas fáciles de grupos criminales.
La falta de controles y políticas para proteger a los niños, niñas y adolescentes en condición de riesgo se agrava debido a la cantidad de migrantes y refugiados venezolanos que llegan cada día a Colombia, país que acoge a casi un millón y medio de venezolanos, principalmente mujeres y niños.
La mayoría de los niños migrantes venezolanos llegan en situación de pobreza. Esto ha permitido la proliferación de bandas criminales dedicadas a la explotación sexual infantil no solo en Colombia, sino en el resto del mundo. En junio del año pasado, autoridades de España y Venezuela, capturaron a miembros de dos redes trasnacionales distintas dedicadas a la explotación sexual de niñas y mujeres.
Un naufragio de dos botes que zarparon de un estado costero en Venezuela hacia Trinidad y Tobago también develó una red de explotación sexual de menores de edad y tráfico de migrantes en la que, además, participaban presuntos funcionarios de cuerpos de seguridad de los dos países.