En la anochecida cuarta república y tiempos de la anti política, surge Hugo Chávez, líder anti sistema, se movió en un momento histórico con discursos redentores, en corto tiempo su proyecto político bolivariano gana la presidencia en el año 1999, una victoria llamada por sus seguidores: victoria popular. Desde un primer momento el comandante conectaba con un pueblo que buscaba desesperadamente un líder para construir los cambios necesarios en lo político, económico y social, los estratos D y E de la población creía que habían encontrado una esperanza, verdadero aliado, mesías, una luz en su invisible vida. Lo que emergía como un proyecto económico y social libertador lamentablemente no termino de fraguar según los críticos resultados. Sin embargo, un grupo mayoritario de opositores siempre han interpelado a la revolución por sus diversas contradicciones en sus objetivos y realidades, es un axioma lo que se trazó la revolución, es tangible que la mayoría de los proyectos quedaron gravitando dentro de una dimensión de lo imaginario llamado Socialismo Siglo XXI. Además, se revela que de nada valió tantos discursos incendiarios en favor de la justicia social, de los desposeídos… un proceso político apuntalado sobre un andamiaje de números económicos y sociales que no se articulan a la realidad del boom en los precios del petróleo. Hoy día protestar y opinar en Venezuela, es considerado traición a la patria, para los revolucionarios es una exigencia valorar la consigna de Chávez “no importa que se pase hambre o trabajo, lo importante es mantener la revolución cueste lo que cueste”. No obstante, el psicoterror, la amenaza, la violencia y el miedo se mueven sobre la conciencia y la conducta de todos los venezolanos, millones han optado por varias razones existenciales el camino del éxodo. Es una verdad verdadera, el gobierno del comandante Chávez y Maduro trasfiguraron la vida normal de la gente, la modificación de lo cotidiano ha puesto a la mayoría de los venezolanos en niveles vulnerables y precariedad en su calidad de vida, situación en condiciones de mendicidad… ¿estrategia del control social?
Nuestro último estudio de opinión se realizó mediante 1.000 entrevistas telefónicas a personas mayores de 18 años, inscritos en el Registro Electoral del CNE, entre los días 3 al 10 de octubre de 2019, con cobertura nacional, para un +/- 4,85% de error máximo admisible. Ahora bien, revisemos parte de la investigación y sus resultados para el análisis: Ante la pregunta “Considerando la actual situación política que vive el país, ¿Usted se define como….?”, el 42,0% se definió opositor, el 35,7% como no alineado”, el 20,5% como oficialista mientras que el 1,7% no contestó. Un 88,51% de la población manifestó Maduro es la tranca principal para salir de la crisis económica, de no salir continuará agudizándose la actual crisis económica, nudo crítico es que los inversionistas nacionales e internacionales no tienen confianza en este gobierno.
El 86,2% de la población expresa que el modelo económico implementado por el gobierno de Nicolás Maduro fracasó, sólo un 11,8% piensa que el bloqueo económico liderado por Trump es el principal responsable de la crisis económica que transita el país y no el modelo económico Socialismo Siglo XXI.
La valoración de la gestión del gobierno de Maduro se ubica como muy malo / malo en 88,1%, solo el 10,5% lo percibe como bueno.
En cuanto a la disposición a protestar para exigir la salida de Maduro por ser el actor principal de la crisis económica, la población manifestó: Muy dispuesto 29,5%, quizás saldría 10,2%, quizás no saldría 8.8%, no saldría 45,5%.
El 86,2% de la población expresa que el modelo económico implementado por Nicolás Maduro fracasó, sólo un 11,8% piensa que el bloqueo económico liderado por Trump es el principal responsable de la crisis económica que transita el país y no el modelo económico Socialismo Siglo XXI
La valoración de la gestión de Maduro se ubica como muy malo / malo en 88,1%, el 10,5% lo percibe como bueno.
En cuanto a la disposición a protestar para exigir la salida de Maduro por ser el actor principal de la crisis económica, la población manifestó: Muy dispuesto 29,5%, quizás saldría 10,2%, quizás no saldría 8.8%, no saldría 45,5%.
Evidentemente, se perdió la magia revolucionaria redentora que los atornillo durante 20 años en el poder, emergió rudamente el desamor hacia un proyecto político que ilusiono porque lo tuvo todo a su favor, pero no concreto los sueños de los que aspiraban un mejor país, es casi imposible la resurrección del proyecto Chavista con una opinión nacional e internacional en contra, el tiempo se le agotó a la marchita revolución bolivariana, 80,5% de los venezolanos lo siguen interpelando como el gobierno más desastroso, corrupto y malo de la historia moderna venezolana. En síntesis, es innegable que el gobierno de Nicolás Maduro está débil, sin apoyo popular, más violento que nunca, embriagado de la sinrazón, llevándose por el medio de manera muy ruda a todos los principios y valores democráticos de justicia, lo grave es que no piensa en el mañana que si existe, por supuesto todo cae por su propio peso específico… los números continuarán hablando.
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