Los libros también se cotizan en dólares

Los libros también se cotizan en dólares

Un vendedor de libros atiende su puesto de venta. EFE/MIGUEL GUTIERREZ

 

Los libros también se han dolarizado. En medio de una economía marcada por el desastre inflacionario todo es comercializado en moneda extranjera y los textos no escapan de este fenómeno. Da igual si se trata de un libro nuevo o usado, pues su precio se marcará dependiendo de a cómo amanezca el cambio en el mercado paralelo.

Por Osman Rojas | LA PRENSA de Lara

“Es la única manera de poder comer. Todo en la calle se está vendiendo en dólares y nosotros tenemos que hacer lo mismo si no queremos que los textos se devalúen”, explicaba el señor Pastor Aguilar, vendedor de libros en la Plaza La Moneda de Barquisimeto.

El comerciante explica que el precio del libro va a depender del estado en el que se encuentre el texto y de qué tan codiciado sea en el mercado. Un libro de Walter Riso, por ejemplo, es bastante común entre los lectores y usado se puede conseguir en un monto de 2 dólares (48 mil bolívares) mientras que, un libro de Pablo Neruda, un poco más difícil de encontrar, cuesta usado entre 8 y 10 billetes verdes, el equivalente a 192 y 224 mil bolívares respectivamente.

“La gente lleva mucha literatura vieja, pero esos libros son muy difíciles de encontrar. Un García Márquez o un Paulo Coelho es un poco más sencillo y son más económicos, pero un libro de Pablo Neruda, de Rabindranath Tagore o de Alejo Carpentier es más difícil de conseguir y por eso su valor tiende a subir”, decía Luis Bracho, vendedor de libros.

Los textos usados no son los únicos cuyo precio es tasado según el dólar paralelo. En librerías independientes también se observa este fenómeno y allí los precios van de 5 billetes verdes en adelante. Lo que más cuesta en estos negocios son los seriados biográficos que tienen monto de 25 dólares. “Se acepta el bolívar, pero el precio es de acuerdo al dolar paralelo. Sube el libro según suba el monto en la calle”, dicen los vendedores.

La decisión de fijar el precio de los libros, según una página en internet no es del agrado de las personas que ven con tristeza cómo la inflación hace que hasta la cultura se estanque.

“Tengo la costumbre de leer al menos un libro al mes pero ¿cómo lo hago ahora si todo es vendido según el dólar paralelo? Yo soy estudiante de ingeniería y dependo de lo que me den mis papás. Si les digo que necesito 10 dólares para comprar un libro me dirán que no porque con eso compran harinas para la quincena”, comentaba Jesenia Sánchez, mientras veía libros en un prestigioso local del centro de la ciudad.

La dolarización de los libros ha tenido un impacto negativo en las ventas, pues los mismos comerciantes explican que las ventas han disminuido hasta en un 50 %. “No vendemos como antes, pero no vamos a regalar lo que tenemos”, es la postura de los libreros.

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