El Departamento de Estado de Estados Unidos expresó que tiene una visión positiva sobre el futuro de las relaciones bilaterales con Argentina durante el gobierno de Alberto Fernández; indicó que ya hay canales de diálogo “abiertos y fluidos” con futuros funcionarios; y destacó que, al haber habido declaraciones divergentes sobre la posibilidad de que Argentina permanezca o no dentro del Grupo de Lima, los instaron a que planteen la postura de la administración desde dentro de la instancia multilateral.
Por: Infobae
Las definiciones fueron brindadas por un alto funcionario del ente encargado de las relaciones exteriores estadounidenses -que no fue identificado- en un contacto con la prensa, el cual tuvo lugar el jueves en Washington. Además, se expresó sobre las protestas en Chile y versiones sobre intentos de interferencia por parte del Gobierno ruso en ellas.
Con respecto a los resultados electorales y el comienzo de la transición, el funcionario comenzó destacando el hecho de que las elecciones “transcurrieran sin mayores inconvenientes ni denuncias”. Y remarcó que, a pesar del “amplio espectro de opiniones” políticas que convivirá en el próximo Congreso, “hay un nivel de entendimiento general sobre los desafíos económicos” que enfrenta el país.
Si bien el funcionario dio cuenta del cambio de signo político que implicará la llegada de Fernández a la Casa Rosada, fue enfático a la hora de remarcar los lazos bilaterales entre los países y aseguró que el futuro gobierno “dejó excepcionalmente en claro que esperan tener una muy buena relación de trabajo y una buena relación diplomática con los Estados Unidos”.
En esa línea, recordó que “muchas empresas estadounidenses invierten allí desde hace más de un siglo” y aseguró que hay oportunidades “para trabajar juntos, tanto en el sector energético como en distintos otros”. “Están trabajando para crear un marco legal para inversiones extranjeras -lo que incluye a EEUU- en areas como Vaca Muerta. Esperamos continuar trabajando con Argentina”, definió.
Las declaraciones concuerdan con aquellas realizadas ya por altos funcionarios del área diplomática del país norteamericano y el futuro presidente argentino. Poco después de confirmarse la victoria del Frente de Todos en los comicios, el embajador Edward Prado felicitó a Alberto Fernández mediante una publicación en Twitter. Un día después lo hizo el secretario de Estado, Mike Pompeo.
Unas horas más tarde, el presidente electo, Alberto Fernández, contestó el mensaje haciendo incapie en la necesidad de una “relación de respeto” y entendimiento. “Deseo que construyamos una relación de respeto y mutuo entendimiento con los Estados Unidos. Confío en que el trabajo conjunto fortalezca los lazos que nos unen y ayude a que Argentina recupere el rumbo del desarrollo”, sostuvo por la misma vía.
Al hablar sobre contactos concretos con miembros de la futura administración, el funcionario resaltó que muchos de ellos veteranos de la vida política argentina, por lo que “es fácil tener un canal de diálogo abierto y fluido con ellos”.
“Algunos de los asesores del presidente electo son miembros del Congreso. Otros ocuparon posiciones en las provincias. Hay muchos con los que tenemos vínculos regulares desde mucho antes que se anunciara la candidatura de Alberto Fernández”, explicó.
Consultado sobre la influencia que la ex mandataria y futura vicepresidente, Crtistina Fernández de Kirchner, pueda tener sobre la administración en general y el Presidente en particular, el funcionario fue gráfico: “En las elecciones me mandaron una foto de una boleta. Decía que el candidato, quien ganó, se llamaba Alberto Fernández y que Cristina Fernández de Kirchner era la vice presidente. Esperamos con ansias el momento de trabajar con Alberto Fernández y su gobierno”.
Y agregó: “Obviamente, y como él y otros han dicho durante la campaña, es una coalición heterogénea. Dentro del partido político cada uno tendrá su voz. Pero esperamos trabajar con Alberto Fernández y su gobierno”.
En cuanto a la posibilidad de que la Argentina abandone el Grupo de Lima -foro regional liderado que se creó para encontrar una transición pacífica entre la dictadura de Nicolás Maduro y la designación de un nuevo presidente en Venezuela a través de elecciones libres y transparentes- el funcionario se expresó a favor de que no suceda y dejó una puerta abierta a ello.
“Algunos miembros del grupo de transición han sido muy críticos de Nicolás Maduro. Otros no lo han sido tanto, pero han reconocido la falta de democracia en Venezuela y enfocaron en la necesidad de fomentar el diálogo. Alberto Fernández y otros han expresado su voluntad de tener una mirada más amplia al tipo de diálogo que se necesita en ese marco. He escuchado distintas declaraciones respecto de si decidirían hacerlo desde dentro del Grupo de Lima o por fuera de él. Los hemos alentado a que lo hagan desde dentro. Es un grupo muy importante para Sudamérica”, graficó el funcionario.
Fernández se ha mostrado favorable a la postura adoptada por países como México y Uruguay con respecto a la salida de la situación venezolana. Sus representaciones se han abstenido de acompañar las iniciativas y declaraciones de la instancia internacional y en contraste han invocado la necesidad de promover un diálogo entre la dictadura de Maduro y el presidente interino del país caribeño, Juan Guaidó.
México será el destino del primer viaje internacional como mandatario electo de Fernández. Es posible que allí junto al jefe de Estado, Andrés Manuel López Obrador, de algún indicio de una posible decisión concreta sobre el asunto.
En otro pasaje del contacto con la prensa, el funcionario estadounidense fue consultado sobre la posibilidad de que elementos del gobierno ruso hayan buscado interferir en las protestas que hace casi dos semanas tienen lugar en Chile. Se expresó de manera afirmativa.
“Podemos ver indicadores claros que muestran que personas se aprovechan del debate y lo manipulan a través del uso de trolls y otros abusos de redes sociales. De esa manera, en vez de dejar que los chilenos debatan sobre su país y la dirección que debería tomar, buscaron exacerbar disiviones, fomentar conflictos y socavar el debate democrático”, analizó.
Y finalizó: “En los últimos años hemos visto un aumento en el contacto de la interacción rusa en Sudamérica. Muy poco de ello es positivo. Parecen preferir una región dividida, y que los debates democráticos se desarrollen en contextos de conflicto, lo que es desafortunado”.