Casi la mitad del electorado latino de Florida (48 %) desaprueba el desempeño del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y si solo contaran sus votos en las elecciones de 2020, el gobernante sería derrotado por los demócratas Joe Biden, Bernie Sanders y Elizabeth Warren.
La Iniciativa de la Encuesta sobre Economía y Negocios de la Universidad Florida Atlantic (FAU BEPI) reveló que el 65,7 % de los electores hispanos de Florida votaría por el exvicepresidente Biden frente al 34,3 % que lo haría por Trump.
Si la elección es entre la senadora Warren y Trump, el resultado es 64,9 % frente a 35,1 %, y si el rival es el también senador Sanders, la cuenta es 62,1 % frente a 37,9 %.
La encuesta revela que un 48 % de los hispanos de Florida desaprueba a Trump, un 31 % lo aprueba y un 21 % no sabe o no contesta.
En el caso de los puertorriqueños radicados en este estado, un 64 % está descontento con Trump, al que se acusa de no haber prestado suficiente ayuda a Puerto Rico cuando fue asolado por el huracán María en 2017.
Por el contrario, en el caso de los cubanos, el 47 % está a favor de un presidente que ha endurecido la política hacia el régimen de Cuba.
BEPI entrevistó para este sondeo a 600 hispanos registrados como votantes, una parte a través de internet y otra por teléfono fijo, del 30 de octubre al 2 de noviembre.
La encuesta, que tiene un margen de error de 3,9 %, muestra que el apoyo de los hispanos al gobernador Ron DeSantis, seguidor de Trump, es de un 36 %, frente a un 23 % de opiniones desfavorables y un 34 % de no respuestas.
De los 600 encuestados, 152 se declararon republicanos y un 77 % de ellos dijo que votaría por Trump en unas elecciones primarias de su partido.
De los 268 demócratas, un 27 % votaría por el senador Sanders, un 21 % por Biden y un 20 % por la senadora Warren.
El único latino entre los aspirantes a la nominación por el Partido Demócrata, el ex secretario de Vivienda Julián Castro, es el escogido por el 5 % de los encuestados.
Florida, con un 26 % de población hispana, es un estado clave en las elecciones presidenciales, no solo porque brinda un importante número de votos en el Colegio Electoral, que es donde al final se decide quién es el ganador, sino porque no tiene un patrón de voto fijo y lo mismo puede inclinarse por los republicanos que por los demócratas.
En 2012 votó por Barack Obama y en 2016 por Trump.
EFE