Laureano Márquez: Paredes contra Sarmiento

Laureano Márquez: Paredes contra Sarmiento

La agarrona entre el nuevo presidente de El Salvador y el mentado promete. Nayib Bukele, el nuevo presidente del país centroamericano ganó por abrumadora mayoría unas elecciones limpias, primera y gran diferencia que él propio Bukele ha puesto de manifiesto al exigir respeto cuando «Breaking Bad» lo calificó de «pelele del imperialismo». Para aclarar la terminología “pelele” es un «muñeco de figura humana hecho de paja» (material usado también designar al hablar largamente y sin sentido) que se suele quemar en los carnavales” y en Semana Santa, agregaríamos nosotros representando a Judas. ¿No sé si el lector guarda recuerdo de cual ha sido el pelele oficial de las últimas semanas santas venezolanas? No responda en voz alta, respóndase hacia adentro. Pelele es también una persona débil y de poco carácter. El autor de la frase contra el gobernante democrático salvadoreño se encontraba -casualmente- en un encuentro internacional de peleles en La Habana. De modo que lo que los latinos llamaban “auctoritas”, no falta.

La subida de tono en este intercambio latinoamericano viene a raíz de la expulsión de los diplomáticos venezolanos en El Salvador por parte del presidente de ese país. Según él, se llevaron las maletas llenas de papel tualé, champú y desodorante, lo que demuestra que esta gente será diplomática, pero no pendeja. Es decir, tomaron sus previsiones porque ellos están claros, sí que saben lo que está pasando y no se creen las mentiras que proclaman sobre el estado de bienestar extraordinario que se vive en Venezuela y que, según un destacado dirigente oficialista, otro pueblo latinoamericano -los chilenos- quieren emular con incendiaria emoción.





Como respuesta lógica de reciprocidad, los diplomáticos salvadoreños en Venezuela también fueron expulsados y -al parecer- nadie denunció que llevaran desodorante, champú y jabón alguno en sus maletas. Ante esta respuesta, Bukele, agradeció la expulsión porque según él, estos diplomáticos eran afectos del anterior presidente, afecto a su vez del régimen venezolano. Es decir, el mentado le hizo a Bukele el favor de despedir a un personal que él mismo quería despedir. Es lo que se llama un tiro por la culata. Bukele al exigir respeto agregó una frase que golpea por lo indiscutible: «en El Salvador, sin estar sobre mares de petróleo, un rollo de papel higiénico no nos cuesta el salario de un mes”». Como para decir simplemente: ¡túquiti!

Bukele es lo que llaman un presidente «millennial» por su juventud y el uso que hace de las redes. No hace cadenas como el mentado, sino «Facebook Live». También destaca entre sus éxitos el hecho de que logró romper con el bipartidismo imperante en El Salvador por treinta años. En el mes de junio Bukele estuvo en el primer lugar de los mandatarios mejor evaluados, cuenta con un 71% de aprobación. Como puede verse, pues, dos polos extremos se enfrentan en una guerra de titanes. Como se ha dicho, el combate promete.

«Ojalá te toque vivir tiempos interesantes», así reza una maldición china. Por lo que al suscrito toca, ¡como añoro los tiempos aburridos!