El acuerdo secreto de Cuba con Catar donde se queda con hasta el 90% del salario de los médicos

El acuerdo secreto de Cuba con Catar donde se queda con hasta el 90% del salario de los médicos

A los profesionales médicos cubanos se les paga mucho menos que a otros médicos extranjeros en Catar, y el régimen cubano se lleva la mayor parte de sus ganancias. Fotografía: Pete Pattisson | The Guardian

 

Si el programa Más Médicos en Brasil era una mina de oro para el Gobierno cubano, su equivalente en Catar es la joya de la corona. Por cada galeno contratado, el pequeño emirato petrolero paga entre 5.000 y 10.000 dólares a La Habana, según las informaciones publicadas este viernes por The Guardian.

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El diario británico dedica un amplio artículo sobre el “hospital cubano” inaugurado en 2012 en la periferia de la capital, Doha, y perteneciente al Gobierno de Catar, pero cuya plantilla está formada exclusivamente por personal cubano, un total de 475 médicos, enfermeras y técnicos, reseña el portal cubano de noticias 14ymedio

Esclavitud moderna

Cada uno está recibiendo, según el diario, en torno a 1.000 dólares al mes, aproximadamente un 10% de lo que otros profesionales médicos extranjeros pueden ganar en hospitales estatales cataríes. El resto, entre 4.000 y 9.000 dólares, se queda en manos del Estado cubano.

Según una fuente médica consultada por 14ymedio y que ha pedido mantenerse en el anonimato, Cuba recibe en realidad de Catar 12.000 dólares mensuales por cada uno de los médicos cubanos y les paga a cada uno 1.200 dólares.

Los acuerdos suscritos con Brasil durante el mandato de Dilma Rousseff suponían en torno a los 3.000 dólares para las arcas del Gobierno cubano y 1.000 para los galenos. Según The Guardian, en la última década Cuba ha empezado a buscar socios en los países del golfo Pérsico, con potentes economías, para asegurarse una de las fuentes de ingresos más importantes, junto con las remesas, y por la que obtiene cerca de 8.000 millones anuales: las llamadas misiones internacionales.

“Creo que deberíamos ayudar a todos”, dice un médico cubano en Doha entrevistado por el diario. “Basado en eso, sí, es justo, porque sé que la cantidad restante se usa para apoyar nuestro sistema de Salud y Educación … pero si piensas solo en ti mismo, por supuesto que no es justo”, consideró.

Frente a esta opinión, uno de los doctores que pudo expresarse libremente por haber abandonado la misión, dijo haberse sentido “como un esclavo” al descubrir que a otros médicos en ese país se les pagaba más que a él. “Estábamos haciendo lo mismo y ganábamos mucho menos que ellos”, objeta.

“La vida en nuestro país es muy difícil y el salario es muy malo”, dijo otro de los médicos del hospital. “Aquí ganamos dinero para [Cuba] y también para nosotros … Una parte para el país y una parte para cada persona”, explicó.

Otro de sus colegas añadió, siguiendo el discurso oficial: “La educación en Cuba es gratuita. El Gobierno nos prepara durante muchos años y, por lo tanto, debe tomar algo de esto”.

Las condiciones salariales que tendría en Cuba hacen que esta explotación salarial y laboral en las misiones internacionales sea, incluso, atractiva para algunos de ellos. “Gano alrededor de 1.100 dólares. No es lo mejor, pero tampoco está mal”, explica uno de los médicos.

Los médicos confirmaron que se les permiten visitas de sus familias, pero no quedarse, en la línea habitual del Gobierno para disuadir de posibles fugas. Los “desertores” están castigados con una prohibición de regresar a Cuba por al menos ocho años, a menos que consientan incorporarse al Sistema Nacional de Salud.

Annarella O’Mahony, cubana residente en Irlanda y editora de la página Nosomosdesertores, somoscubanoslibres, dijo a The Guardian que este uso de la familia para que los sanitarios eviten dejar la misión “es cruel, es inhumano, es inconstitucional y va en contra del derecho internacional”.

El médico que abandonó la misión catarí contó al diario británico que se acogió al Cuban Medical Parole Professional Parole, un programa de Estados Unidos por el que pudo viajar a ese país, pero que fue clausurado por la Administración Obama. “Le digo a mi madre cuando hablo por teléfono que, a pesar de todas las dificultades y el dolor, lo volvería a hacer. Nunca volveré a Cuba. No hay futuro allí “.

Además de los médicos cubanos, Catar acoge a trabajadores de Corea del Norte que participan en acuerdos similares.

El país árabe, que ha sido cuestionado por organismos internacionales en lo que a derechos laborales respecta, anunció recientemente reformas a su legislación y permitirá por primera vez que los trabajadores cambien de ocupación sin permiso de su empleador, aunque, es casi seguro que la medida no afecte a los médicos cubanos.