Enfrentamientos entre manifestantes, que reclaman reformas democráticas, y la policía tuvieron lugar el martes hasta entrada la noche en el distrito de negocios de Hong Kong y, por primera vez, en diferentes universidades, al día siguiente de uno de los días más violentos en cinco meses de movilización.
Este martes pequeños grupos de manifestantes enmascarados bloquearon de nuevo las principales conexiones, lanzaron objetos a las vías e impidieron la salida de metros.
“El estado de derecho en Hong Kong ha sido llevado al borde del colapso total”, declaró el martes por la tarde en una rueda de prensa el portavoz de la policía, Kong Wing-cheung, que denunció actos de violencia.
En el barrio de Central, donde están las grandes empresas extranjeras y las tiendas de lujo, miles de empleados de oficina organizaron concentraciones espontáneas a la hora de comer gritando: “¡Luchen por la libertad, apoyen a Hong Kong!”.
Cientos de manifestantes radicales vestidos de negro y con máscaras bloquearon la circulación con un autobús en una de las grandes arterias de este barrio.
Acto seguido lanzaron adoquines y diversos objetos, y la policía antidisturbios respondió disparando gases lacrimógenos.
Los campos universitarios se convirtieron por primera vez en el escenario de enfrentamientos.
En la universidad china de Hong Kong, la policía disparó gases lacrimógenos y pelotas de goma a los cientos de manifestantes que habían erigido barricadas.
Los manifestantes arrojaron adoquines y cócteles molotov, y un vehículo, utilizado para levantar una barricada, resultó incendiado.
En la universidad municipal de Hong Kong, los manifestantes lanzaron ladrillos a la policía desde una pasarela.
Grupos de manifestantes radicales con máscaras instalaron barricadas y cortaron carreteras en las universidad de Hong Kong. En la universidad politécnica hubo enfrentamientos cuando la policía intentaba detener a una estudiante.
La circulación de autobuses y metros estaba muy perturbada por segunda jornada consecutiva en muchos barrios de la ciudad.
Los medios oficiales chinos indicaron el martes que el Ejército Popular de Liberación, que tiene una guarnición en Hong Kong, está listo para apoyar si fuera necesario a la policía.
– Campo de batalla –
El lunes a lo largo de la jornada los manifestantes habían saqueado estaciones de metro e instalaron barricadas en algunos cruces. También atacaron a los comercios que acusan de ser favorables al gobierno de Pekín.
El vídeo del policía disparando a un manifestante el lunes fue difundido el lunes en directo en Facebook, que se hizo viral, y causó gran conmoción entre los manifestantes.
Otro vídeo publicado más tarde muestra un hombre rociando a su víctima con líquido inflamable y después prenderle fuego.
El hombre quemado así como el que recibió un disparo de bala estaban este martes en estado crítico, indicaron fuentes médicas.
Esta jornada de violencia llevó a los potencias occidentales a exhortar a la jefa del ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, a llegar a un acuerdo con los manifestantes.
“Condenamos la violencia de todas las partes […] y pedimos a todas las partes -policía y manifestantes- a mostrar contención”, declaró un portavoz del departamento de Estado estadounidense, que mencionó su “grave preocupación”.
La Unión Europea pidió a todas las partes dar pruebas de “moderación”, una “solución creíble y rápida” a la crisis, y una “investigación a fondo de la violencia”.
“Los manifestantes deberían evitar la violencia y la policía [debería] no responder de manera desproporcionada”,según el ministerio británico de Relaciones Exteriores, que consideró “profundamente preocupante” la violencia.
Preguntado por estas críticas, el ministerio de Relaciones Exteriores chino rechazó los “prejuicios” de Londres y Washington y apoyó al policía que disparó.
“Como se puede ver en el video, el alborotador atacó al policía primero y este último reaccionó en total conformidad con la ley”, declaro el portavoz del ministerio, Geng Shuang.
Hong Kong, excolonia británica retrocedida a China en 1997, es una región semiautónoma dirigida bajo el principio “un país, dos sistemas”, hasta 2047, en virtud del cual goza de libertades que no existen en el resto de China
Pero los manifestantes prodemocracia acusan a Pekín de incumplir sus promesas aumentando su control político en el territorio. AFP