Un exfuncionario de la CIA que pudo haber devastado la recopilación de inteligencia de Estados Unidos en China al entregar a su red de informantes a Pekín fue sentenciado el viernes a 19 años de prisión.
Jerry Chun Shing Lee, un ciudadano estadounidense naturalizado que trabajó para la Agencia Central de Inteligencia de 1994 a 2007, fue arrestado en enero de 2018 por poseer ilegalmente información clasificada de defensa estadounidense, que según los fiscales entregó a los agentes de inteligencia chinos.
“Lee traicionó a su propio país por codicia y puso en riesgo a sus antiguos colegas”, dijo Timothy Slater, subdirector de la oficina de campo del FBI en Washington. “La seriedad de su traición y crimen se demuestra con la sentencia de hoy”, indicó.
La acusación asegura que Lee se mudó a Hong Kong en 2010 y comenzó a aceptar pagos de agentes chinos que le pidieron información confidencial sobre la CIA.
Pero en mayo pasado, Lee, de 55 años, se declaró culpable de un cargo de conspiración por entregar información de defensa nacional para ayudar a un gobierno extranjero, al tiempo que insistió en que el gobierno nunca probó que dio información a los chinos ni que haya aceptado 840.000 dólares de Pekín, como se alega.
El caso ha generado mucha especulación sobre lo que realmente hay debajo, porque le tomó al gobierno seis años desde la primera investigación de Lee hasta su arresto.
Informes de medios de prensa lo vincularon con la destrucción catastrófica de la red de informantes de la CIA en China entre 2010 y 2012.
El New York Times informó en 2017 que los chinos mataron a “al menos una docena” de fuentes que la CIA tenía dentro de China y encarcelaron al menos a otras seis.
AFP