Un pequeño poblado en el Ártico de Rusia vive desde el jueves una alerta insólita.
Nada tiene que ver con las grandes nevadas ni el frío insufrible que castiga casi todo el año a Ryrkaypiy, en la región septentrional de Chukotka.
Sin embargo, todas las actividades públicas han sido canceladas y las escuelas han recibido personal extra para su protección.
¿La causa? Una manada de osos polares flacos y hambrientos que ha bajado hasta la aldea en busca de comida.
De acuerdo con expertos en comportamiento animal, el motivo de llegada de la manada a zonas pobladas está directamente vinculado con la escasez de comida que sufren con motivo del cambio climático.
Y es que el derretimiento de los hielos obliga a los osos a buscar comida en el pueblo en lugar de en el mar.
“El hielo marino se derrite antes este año y se vuelve a congelar más tarde. Por eso no pueden salir al hielo marino para cazar focas y acaban en las comunidades atraídos por el olor de la comida y la basura”, le dijo a la BBC Rod Downie, experto polar del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).