Vuelven las grandes inquietudes y desilusiones al no haberse logrado ninguno de los varios acuerdos anunciados por los distintos voceros que han venido participando, en los varios mecanismos utilizados que supuestamente nos conducirían a unas salidas electorales convenientes al interés nacional.
Por: Vicente Brito
Luego de transcurridos meses con la participación de distintos actores políticos que han asumido la representatividad de los ciudadanos, todo se ha diluido a nada ya que no se obtuvo ni tan siquiera cualquier resultado que nos indicará que las salidas anunciadas fueran logradas aunque fuera al menos una de ellas.
Los que ejercen el poder y el control total de las instituciones se sienten confiados en que la agenda política será la de su conveniencia, ante la evidente ventaja que han obtenido de que los distintos actores que dicen representar a la gran mayoría que disiente del modelo de gobierno aplicado, al no haber logrado algo que nos indicara algún resultado satisfactorio para ese más del 80% de la base popular que pide soluciones inmediatas ante la grave crisis que los ha conducido a situaciones de grandes limitaciones y de alta precariedad en sus condiciones de vida.
Evidentemente se observa un ganador de todo este concurso de propuestas y conversaciones que fortalecieron políticamente a quienes detentan el poder absoluto de la Nación. Lo que todos parecen ignorar es que esta falta de resultados está creando un lento pero sostenido cambio estructural en el comportamiento de la base popular, que empieza por sí solo a asumir su propia vocería y actúa beligerantemente en reclamo de sus derechos, lo cual se puede observar ante la falta de soluciones a la problemática que los afecta.
La cuales van desde la falta de servicios públicos adecuados, fallas en los hospitales, inseguridad y la pérdida creciente de su capacidad adquisitiva reflejada en la reducción constante del consumo familiar, como resultado de la hiperinflación que nos arropa por la constante emisión de dinero inorgánico que el Banco Central otorga al Gobierno para cubrir su infinito déficit fiscal, así lo demuestran los crecientes montos de bolívares en circulación los cuales se acercan a grandes pasos a los 30 billones.
Los acuerdos y propuestas que estaban encaminadas a darle salida a la compleja situación por el cual atraviesa el país no se logró, ya muchas de ellas se entendían como acordadas al oír de los participantes en estas conversaciones que se habían alcanzado preacuerdos satisfactorios que nos indicaban soluciones a cortos plazos.
Hoy el silencio que envuelve a los dialogantes demuestra que no se lograron ni el más mínimo de estos y que no habrá sino un camino trazado e impuesto por los que tienen el control institucional del país., lo cual solo traerá mayores desilusiones y frustraciones a los Venezolanos quienes tenían las expectativas creadas que pronto se producirían los cambios necesarios para que el país lograra un rumbo conveniente al interés nacional. Lo que se observa es que la agenda política se ha convertido en un diálogo de sordos donde parece que la preocupación de muchos líderes son las elecciones a la Asamblea Nacional el próximo año.
Las inquietudes y desilusiones seguirán en aumento afectando aún más la credulidad de los ciudadanos en que si se pueden lograr acuerdos convenientes a todos los venezolanos. Por lo que la agenda trazada por los que ejercen el poder absoluto es la que se mantendrá vigente, lo cual solo creará mayores frustraciones en el sentir de la mayoría de los ciudadanos y pérdida de confianza en lograr las propuestas planteadas.
Vicente Brito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución.