La impía y desgarradora ficha de los estertores del comunismo en el Reino Unido, Jeremy Corbyn, ha recibido un mazazo electoral, que se llevó por delante los restos de una ideología, convertida en formol y polvo alérgico asfixiante.
Capaz de defender la tiranía Castrochavista este rojo con sus ideas de telaraña, sepultó un partido de vaivenes, con aventuras de convivencia de facciones social demócratas, que no supieron enfrentar los dinosaurios, que hoy el electorado echa a patadas, en la más humillante derrota histórica, que el comunismo- apoderado del partido laborista-, ha recibido en el Reino Unido.
Corbyn tiene en la cabeza el proyecto socialista del siglo XXI, lo cual demuestra, que las cucarachas no solo vuelan en estos vientos tropicales.
El muro rojo como se denominó las zonas que comprenden Midlands, el norte y Gales, fue derribado por los votantes, que por paliza sacaron a los marxistas de trasnocho y leninistas amanecidos, desapareciéndolos de los escaños, que mantenían, en base a doctrinas convertidas en curianas cerebrales, que utilizan impostores, como los que rondan por estos lares.
La convulsionada política británica, a raíz del surgimiento del brexit, si algo ha tenido positivo, es que permitió, que los electores se enteraran definitivamente de las intenciones de cada una de las propuestas. Al final, ante los fantasmas comunistas de Colbyn, los británicos votaron aterrados contra aquellos planteamientos descocados y rancios, que significarían una crisis aun mayor y más catastróficos que la planteada con el brexit. Es el libro rojo desfasado y con estruendosos fracasos en la aplicación de la falsa igualdad que prometen, para destruir la historia de las naciones y colapsar los procesos productivos. Todo comienza por la lucha contra los empresarios y la amenaza del aumento de los impuestos para destartalar la economía. En este caso la clase obrera del muro rojo, le asestó la más dura derrota del último siglo.
En un país dividido por el brexit no termino siendo lo decisivo. Importó más, lo que esta plataforma está destruyendo en el mundo. Se demostró, que donde se realizan elecciones limpias los felones comunistas pierden por paliza. Lo único que les queda es robarse la voluntad popular como sucede en Venezuela y como fueron descubiertos en Bolivia con las manos en el fraude. De resto es disfrazarse de falsos progresistas para después dar el zarpazo a las instituciones. En nuestro País han practicado todas las tropelías a la vez, y es el ejemplo viviente en el mundo, por el cual los electores se dan cuenta y salen masivamente a repudiarles.