Para el diputado Luis Barragán, no es posible postergar más las soluciones que amerita el grave problema universitario por un parlamento que corre también un peligro existencial, pero que debe afrontarlo al mismo tiempo que responda a la tragedia del país.
Nota de prensa
“Está planteada – señaló – una propuesta de declaratoria de la emergencia electoral de todas las universidades libres y autónomas del país, al igual que la de aprobar la urgencia legislativa correspondiente para facilitar los comicios internos de todas las casas de estudios el 23 de enero o, preferiblemente, el 4 de febrero de 2020, mediante una Ley de Democratización Universitaria. Esto siempre fue necesario antes que el mismo nombramiento de los dos representantes de la AN ante el CNU, perdiendo un tiempo precioso desde la infeliz decisión del TSJ ilegítimo de agosto del presente año, para articular los esfuerzos necesarios en defensa de la autonomía universitaria”.
Llamó la atención el vocero de la Fracción Parlamentaria 16 de Julio en torno al propósito de virtualizar la vida universitaria del país, indicando que la iniciativa partió de la Universidad Simón Bolívar, combatida persistentemente por su gremio profesoral, tomada ahora por la usurpación como la política ideal para el zarpazo final contra la noción misma de universidad en Venezuela.
“El pacto de cohabitación que resultó de los diálogos de Oslo y sus derivados, obviamente se reflejó en las universidades con la vana ilusión de coexistencia con una dictadura que sólo desea sojuzgarla para ponerla a tono con el país que ha lumpemproletarizado. Sin embargo, constatamos que, por una rigurosa lógica de este perverso sistema socialista, cohabitación es equivalente a virtualidad y así, se entiende la pretensión que hay de hacerlo con la propia Asamblea Nacional, desnaturalizándola”.
El diputado Barragán anunció que, en las próximas horas, la Fracción Parlamentaria16 de Julio se pronunciará en torno al llamado parlamento virtual. No obstante, finalmente, acotó: “La universidad real reclama una decidida postura del parlamento no menos real, porque una instancia y otra no se entienden exclusivamente a través de la conectividad que convertiría al presidente de la usurpadora Conatel en el rector por excelencia de todas las universidades, inyectándole novedad a esta experiencia totalitaria Por cierto, nada extraño en el califato biométrico en el que nos han convertido”.