La cena navideña siempre ha sido uno de los momentos más importantes de las celebraciones decembrinas, pues no sólo es el momento del compartir familiar, sino que degustar la hallaca, pernil, pan de jamón, ensalada de gallina, dulces y licores, ya forma parte de la cultura venezolana.
Por José D. Sequera | LA PRENSA de Lara
Pero esta importante tradición tambalea en la casa de los venezolanos este año, porque tal como ocurrió el año pasado, el alto costo de los ingredientes para preparar el menú navideño impida que, quienes devengan sueldo mínimo, puedan adquirirlo, por lo que les toca reinventar la cena del 24 y 31 de diciembre con arroz o pasta.
De acuerdo al Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), la Canasta Alimentaria para cinco integrantes de una familia en noviembre era de 5 millones 543 mil 084 bolívares, que calculado en moneda extranjera reciente (tasa a Bs. 46 mil 500 por dólar), son unos 120 dólares, sin embargo esta cantidad se queda corta ante los más de 7 millones que se necesitan para comprar los ingredientes de una cena navideña bien resuelta para, mínimo, seis personas, es decir 47 sueldos mínimos mensuales (Bs. 150 mil, sin cestaticket)
“He gastado un poco más de dos millones de bolívares solamente en los ingredientes para las hallacas, aún no cuento el pernil, pan de jamón, ensalada de gallina ni ningún dulce o bebida”, confesó Yolanda Barrios mientras hacía sus compras en el mercado Terepaima.
Con tres bolsas negras con todos los ingredientes para la hallaca, considerada una de las protagonistas del plato navideño, Barrios contó que adquirió todos estos productos por el realero que gastó, pero dijo que “todo sea por mantener viva la tradición navideña familiar”.
Después de un recorrido realizado por LA PRENSA en mercados municipales, comercios chinos, bodegones y frigoríficos se comprobó la gran cantidad de personas en busca de los ingredientes para los platillos, aunque la mayoría decía no contar con los recursos suficientes, tal como les había pasado el año pasado.
Por ejemplo, el kilo de pasas se cotiza en 200 mil bolívares, mientras que el precio de la Harina PAN para la masa de las hallacas no baja de los 48 mil bolívares. En el caso de las proteínas, el kilo de carne puede costar hasta 140 mil “bolos”, mientras que el kilo de pernil pisa los 180 mil.
“En mi casa, hasta ahora, no hemos podido comprar ningún ingrediente porque cómo voy a dejar más de 300 mil bolívares en dos kilos de carne. Así nos ocurrió el año pasado, que tuvimos que resolver con hacer un arroz aliñado porque ni el pernil del CLAP nos llegó”, comentó con tristeza Oclives Gamboa.
En comparación al pasado 2018, en total la cena navideña tuvo un costo de 216 mil con 50 bolívares, el aumento total del precio fue de 3 mil 131 por ciento; siendo evidente que la hiperinflación galopante puso a pender de un hilo las tradiciones navideñas en Venezuela.
A pesar que son muchos los guaros consultados, quienes afirman no contar con los recursos para tener la tradicional cena navideña, comerciantes reportan que las ventas han ido repuntando los últimos días.
Desde su puesto de hojas de hallacas en el mercado Terepaima, José Rangel indicó que las ventas de este producto han sido bastante buenas en comparación a lo que esperaba. A su juicio, son más los días buenos que los días malos.
“En un solo día puedo vender hasta tonelada y media de hojas de hallacas a 18 mil bolívares, aunque sí me vienen menos kilos, se tiene que vender un poco más cara y aún así, las personas aceptan el precio y se las llevan”, explicó.
Combos en dólares
Y el comercio en dólares también se ve en las compras, porque son muchos los comerciantes que están ofertando combos hallaqueros con una harina, un litro de aceite vegetal, condimentos y los “adornos” como aceitunas, alcaparras y pasas, entre 15 y 20 dólares.
“Son una buena opción para los que vayan a realizar una cantidad reducida de hallacas porque si se paga en bolívares no llega a los 800 mil bolívares, o sea más barato”, comentó Junior Peña en su tarantín del centro donde exhibía el combo envuelto en papel de regalo transparente.