El día 24 de Diciembre, luego de producirse la fuga del Capitán Ángelo Heredia de la Cárcel Militar CENAPROMIL, ubicada en los Teques, estado Miranda, Venezuela, se produjo una vez más, una de las represalias más viles que comete la Estructura Criminal que encabeza el régimen dictatorial de Nicolás Maduro, como lo es, el secuestro de familiares de los perseguidos o presos políticos por parte de Organismo de Inteligencia, en este caso, la División General de Contra Inteligencia Militar (DGCIM), que en el 2019, sumó el mayor número de casos de torturas individuales cometidas contra civiles y militares en ese país.
La familia del Capitán Heredia fue secuestrada por una comisión de este organismo el día de Navidad, en su residencia ubicada en el estado Vargas, y al día de hoy, permanecen desaparecidos, sin que las autoridades hayan respondido a las múltiples denuncias que se han ejercido en los medios de comunicación y las realizadas por distintas organizaciones civiles con respecto a estos hechos.
Las personas que permanecen retenidas por este organismo de Inteligencia son:
– Saturnina Gervacio de Heredia, CI 13374632 y Julio Ramón Heredia, CI 2208342, padres del Capitán.
– Oscar Andres Martínez Teran, CI 13579184, cuñado del Capitán.
– Anyi Altagracia Heredia Gervacio, CI 13826969, hermana del Capitán.
– Samuel Jeremías Martínez Heredia, sobrino del Capitan, de tan solo 8 años de edad.
– Blanca Esmeralda Contreras Arellano, CI 10482739, vecina de los padres del Capitan.
Los funcionarios dejaron abandonada al más pequeño de la familia, de tan solo un año de edad, que está al cuido de los vecinos.
El niño de 8 años fue maltratado verbal y psicológicamente por agentes del DGCIM en el momento en que se lo llevaban.
El Instituto CASLA hace un llamado a las Organizaciones Internacionales de protección, a la OEA, a la Alta Comisionada de DDHH y a todos los gobiernos democráticos, para que ejerzan las acciones necesarias de denuncia y presión con el fin de lograr que estas personas sean liberadas de forma inmediata.
Hacemos responsable a Nicolás Maduro Moro, y a su estructura directa, Vladimir Padrino, Tarek William Saab, Ivan Hernandez Dala, y a todos aquellos funcionarios que por su cargo, y obediencia que le tienen al régimen, han omitido la denuncia y no han accionado para que cese esta arbitrariedad.