La cancillería china aseguró hoy que la ONG defensora de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) tiene “una gran responsabilidad por el caos en Hong Kong”, en referencia a las protestas prodemocráticas que se suceden desde junio en la ciudad.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Geng Shuang indicó hoy que “existen pruebas” que demostrarían que HRW – a cuyo director ejecutivo, Kenneth Roth, le fue denegado el acceso a Hong Kong este domingo para la presentación del informe anual de la organización en una rueda de prensa – ha apoyado la violencia en las calles hongkonesas.
“Muchos hechos y pruebas han demostrado que esta ONG ha apoyado a los radicales anti-China en Hong Kong a través de métodos diversos y les ha animado a ejercer violencia extrema y cometer crímenes, e instigado actividades separatistas en Hong Kong. Tienen una gran responsabilidad en el caos de Hong Kong”, apuntó Geng durante una rueda de prensa rutinaria.
Por todo esto, el vocero de la cancillería concluyó que “esta ONG debería ser castigada”.
No obstante, el portavoz no proporcionó detalles de ninguno de los citados “hechos” o “pruebas” al respecto, ni desgranó el motivo para rechazar el acceso de Roth a la región administrativa especial.
“El Gobierno central chino y el de Hong Kong se encargan de las entradas y salidas fronterizas conforme a la ley, y permitir o no la entrada de ciertas personas es soberanía de China”, indicó Geng.
El pasado 2 de diciembre, China anunció que incrementaría las sanciones a varias ONG estadounidenses – entre ellas, HRW – por su supuesta interferencia en las protestas de Hong Kong y en respuesta a la aprobación de la llamada “Ley de Derechos Humanos y Democracia en Hong Kong” por parte de EE. UU., por la que Washington podría sancionar a funcionarios chinos.
Las protestas llegaron de manera masiva a las calles hongkonesas el pasado 9 de junio a raíz de un controvertido proyecto de ley de extradición, ya retirado por el Gobierno, pero han mutado hasta convertirse en un movimiento que busca una mejora de los mecanismos democráticos de Hong Kong y una oposición al autoritarismo de Pekín.
Sin embargo, algunos manifestantes han optado por tácticas más radicales que la protesta pacífica y los enfrentamientos violentos con la Policía han sido habituales.
EFE