La reducción de las importaciones de gas licuado de petróleo (GLP) para uso doméstico en Cuba, que el régimen de Miguel Díaz-Canel atribuye al refuerzo de las sanciones de Estados Unidos, afecta al suministro de más de 1,7 millones de clientes, informó este miércoles la empresa estatal Unión Cuba-Petróleo (Cupet).
El déficit de suministro de GLP obligó a alargar el ciclo de distribución de ese producto que en la isla adquieren 872.252 clientes de manera regulada y otros 830.972 de forma liberada, explicó el jefe de combustibles domésticos de Cupet, Lucilo Sánchez, citado por medios estatales.
En ese sentido, advirtió que habrá “mayores limitaciones” para los consumidores de combustible doméstico tanto del sector estatal como del no estatal, incluyendo a quienes gestionan determinados negocios privados.
Pero el directivo de la empresa perteneciente al Ministerio de Energía y Minas recalcó que la prioridad la tienen la población y los centros o instituciones estatales que brindan servicios básicos.
Actualmente Cuba busca nuevos proveedores de GLP en Europa para sustituir las entregas planificadas -para finales de diciembre de 2019 y principios de enero- que los suministradores contratados por la compañía cubana Corporación Panamericana S.A se negaron a realizar, según explicó el funcionario de Cupet.
Asimismo señaló que la situación con el abastecimiento del denominado “gas de balita” (embotellado en cilindros) es “compleja” porque en la isla solo se puede producir alrededor del 20 por ciento de los volúmenes que se necesitan para cubrir la demanda.
No obstante, indicó que “no hay dificultades” para los consumidores de gas manufacturado, que se procesa a partir de los yacimientos de petróleo existentes en la franja norte occidental del país.
Cuba produce 3,5 millones de toneladas de petróleo al año (22 millones de barriles), de los cuales se obtienen 2,6 millones de toneladas (16,3 millones de barriles) de petróleo crudo y aproximadamente 1.000 millones de metros cúbicos de gas natural, según cifras oficiales.
La producción cubana de petróleo cubre aproximadamente el 48 % de la demanda energética nacional, y la isla produce el 97 % del gas natural asociado que se utiliza para la generación eléctrica y el consumo doméstico en La Habana.
Un comunicado de Cupet divulgado el pasado lunes para anunciar las dificultades en la importación de GLP recordó que durante 2019 el Gobierno de EE.UU. impuso nuevas y sucesivas sanciones a compañías, armadores, buques y empresas de seguros con el objetivo de impedir la llegada de combustibles a Cuba, entre ellas a la Corporación Panamericana S.A, creada en la década de 1990.
En septiembre pasado la isla atravesó una complicada situación energética porque dejó de recibir petróleo temporalmente debido a las presiones de EE.UU. a las navieras para evitar la llegada de combustible a Cuba en represalia por su apoyo al régimen de Venezuela, su principal proveedor.
En los últimos meses la administración de Washington ha aplicado nuevas sanciones contra Cuba que han impactado con dureza en su economía, en represalia por la supuesta injerencia cubana en la crisis venezolana y su apoyo incondicional a Nicolás Maduro.
Desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2017, el presidente de EE.UU., Donald Trump, ha endurecido la política hacia Cuba con reducciones del personal diplomático, el aumento del embargo comercial, restricciones a los cruceros y limites a los viajes de estadounidenses a la isla.
EFE