El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, calificó el viernes el derribo del avión ucraniano de tragedia “amarga” pero dijo que no debe eclipsar el “sacrificio” del general Qasem Soleimani, muerto cinco días antes en un ataque estadounidense en Irak.
“Fue un accidente amargo”, dijo Jamenei, refiriéndose al derribo del avión el 8 de enero, provocado por error por un misil iraní, matando a 176 personas, la mayoría iraníes y canadienses.
“Pero algunos lo presentan de una manera que tiende a olvidar el gran sacrificio y martirio” del general Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución y artífice de la estrategia militar iraní en Oriente Medio.
“Nuestros enemigos estaban tan felices con el accidente del avión como nosotros tristes… felices de haber encontrado algo para cuestionar a los Guardianes, a las fuerzas armadas, al sistema”, agregó.
Irán admitió la semana pasada haber derribado por error el avión ucraniano cuando estaba bajo máxima alerta tras los ataques contra objetivos estadounidenses en Irak, en represalia por el asesinato de Soleimani.
El derribo accidental y el tiempo (tres días) tomado por las Fuerzas Armadas para reconocer su responsabilidad desató protestas en Teherán y en otras ciudades.
Elogiando a Soleimani, Jamenei dijo que sus acciones más allá de las fronteras de Irán estaban al servicio de la “seguridad” de la nación, y que el pueblo está a favor de la “firmeza” y la “resistencia” frente a los enemigos.
“Los pocos cientos que insultaron la imagen del general Soleimani, ¿son el pueblo de Irán? ¿O estas multitudes de millones en las calles? “, dijo.
Jamenei parecía aludir a manifestantes que habían roto el retrato del comandante en Teherán y a las enormes multitudes que se desplazaron para su funeral después de que su cuerpo fue repatriado.
Jamenei acusó a Estados Unidos de “mentir” en sus declaraciones de apoyo para el pueblo iraní, y aseguró que lo único que busca es “apuñalar (a la gente) con su daga envenenada”. AFP