La epidemia de neumonía viral en China ha causado ya 56 muertos y casi 2.000 contagios, anunciaron este domingo las autoridades, después de que el presidente Xi Jinping advirtiera de la propagación acelerada del coronavirus.
Se han registrado 15 víctimas mortales más, incluida la primera en Shanghái, y hay al menos 688 nuevos casos de infección confirmados por coronavirus, lo que eleva a 1.975 el total en el país, según la Comisión Nacional de Salud.
China anunció este domingo restricciones de acceso en Shantou, a más de 1.000 km al sur de Wuhan, la primera ciudad situada fuera del epicentro del nuevo coronavirus en tomar este tipo de medidas. Entrará en vigor a medianoche (16H00 GMT).
Las autoridades en Tianjin, una ciudad de 15 millones de habitantes, anunciaron el domingo la suspensión a partir del lunes de los autobuses de largo recorrido, convirtiéndose en la segunda gran ciudad en tomar esta decisión después de Pekín.
También a partir del lunes las agencias de viaje chinas no podrán vender paquetes turísticos para grupos, anunció la cadena de televisión CCTV.
China confía en derrotar al virus. “Mientras tengamos una confianza firme, trabajemos juntos -prevención científica y tratamientos- con políticas precisas, seremos, con seguridad, capaces de ganar la batalla”, dijo Xi, que lo calificó de “situación grave”.
Pero el virus se expande y ya está presente en cuatro continentes. Europa registró sus primeros tres casos el viernes, en tres personas que viven en Francia y que habían estado recientemente en Wuhan, epicentro del nuevo coronavirus, de la familia del SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), que en 2002-2003 mató a 774 personas en todo el mundo.
Australia confirmó además cuatro casos el sábado.
En Asia hay varios países afectados y en Estados Unidos un segundo caso se confirmó el viernes. Washington anunció que evacuará al personal diplomático y a otros ciudadanos estadounidenses bloqueados en Wuhan.
Sin embargo, el estudio de los primeros casos muestra que la tasa de mortalidad del virus, llamado 2019-nCoV, de la familia de los coronavirus, es bastante débil.
La tasa “es, de momento, de menos del 5%”, indicó el profesor Yazdan Yazdanpanah, experto francés de la OMS.
– Ni petardos ni dragones –
China entró el sábado en el Año de la Rata, pero las conmemoraciones del Año Nuevo fueron mínimas y poco festivas. En las calles de Wuhan, una metrópolis de 11 millones de habitantes, no hubo petardos ni dragones.
En los límites de la zona prohibida, a unos 20 km al este del centro de la urbe, los vehículos intentaban cruzar un peaje de autopista, pero tenían que dar media vuelta.
“Nadie puede salir”, repetía un policía a la AFP. Desde el jueves, tampoco pueden partir de la ciudad trenes ni aviones.
Además de Wuhan, casi toda la provincia de Hubei está aislada del mundo. En total, unos 56 millones de personas están confinadas.
En los pocos supermercados que quedaban abiertos, algunos ciudadanos trataban de conseguir mascarillas y productos desinfectantes. “La gente intenta protegerse”, explicó un cliente.
– Hospitales saturados –
El ejército envió el sábado a la zona prohibida tres aviones con 450 médicos y personal sanitario especializado. Algunos de ellos tienen experiencia en la lucha contra el virus del Ébola y el SRAS.
Los hospitales están saturados. Un nuevo centro médico para un millar de pacientes está siendo construido in extremis en la zona y estará operativo en 10 días. A este se sumará otro hospital con 1.500 camas que estará listo en 15 días, según anunció un medio estatal.
Además, se van a instalar puntos de inspección en prácticamente todo el país y todos los viajeros que presenten síntomas de neumonía serán “inmediatamente trasladados” a un centro médico, anunció la Comisión Nacional de Salud.
Hasta ahora, la mayoría de fallecidos eran personas mayores de 65 años o que ya tenían alguna enfermedad.
La Comisión Nacional de Salud también ordenó medidas a nivel nacional para detectar y aislar a las personas que portan el virus en aviones, trenes y autobuses en todo el país.
Muchos lugares turísticos como la Ciudad Prohibida, partes de la Gran Muralla o el parque Disneyland de Shanghái, fueron cerrados para reducir el riesgo de contagio.
En Hong Kong, donde hay cinco casos confirmados, se ha decretado la alerta máxima, lo que implica la anulación del maratón y el cierre de las escuelas. Toda persona que llegue procedente de la China continental a este territorio semiautónomo tendrá que someterse a controles.
El parque de atracciones Disneyland en Hong Kong y Ocean Park anunciaron que cerrarán hasta nuevo aviso.
Por su parte, el grupo automovilístico francés PSA anunció que repatriará a sus trabajadores residentes en la región de Wuhan y a sus familias.
AFP