Perú inició con normalidad y tranquilidad este domingo sus elecciones extraordinarias al Congreso, votación con la que se pretende renovar la Cámara y cerrar así la crisis política que desde 2016 mantenía enfrentados al Poder Legislativo y al Poder Ejecutivo.
Los 24.799.384 peruanos habilitados para votar en este proceso, que es obligatorio para todos los ciudadanos de entre 18 y 70 años, iniciaron la jornada formando largas colas a la entrada de los colegios en todo el país, sin que se reportaran incidentes salvo menores retrasos en las aperturas de las mesas.
En total, en el país se instalaron de 5.400 locales de votación a nivel nacional, donde habrá unas 84.000 mesas de sufragio.
A las 16 horas (21:00 GMT) ser cerraran las urnas y, según indicaron a Efe fuentes de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), los primeros resultados provisionales comenzarán a difundirse a partir de las 20 horas aproximadamente (1:00 GMT del lunes).
INDECISOS
Más de la mitad de los electores acude a esta cita con las urnas sin tener claro su voto, según determinaron las últimas encuestas, producto del desencanto general con la clase política que llevó a más del 80 % de los peruanos a avalar la decisión constitucional del presidente Martín Vizcarra de disolver el Congreso y convocar nuevas elecciones.
Sumado a la fuerte abstención y los votos nulos, que pueden rondar entre el 30 y 35 %, el pronóstico de estas elecciones resulta muy incierto y reservado para un Congreso que tendrá la misión de estabilizar el país, normalizar las relaciones con el Ejecutivo y encauzar los deseos de la población para combatir la corrupción.
En cualquier caso, las últimas encuestas que pudieron publicarse antes de la entrada en vigor de la veda que prohíbe su difusión, así como varios estudios de opinión que circulan entre los medios pero que no pueden ser publicados al detalle, apuntan a que el Congreso contará con una mayoría de centroderecha deslindado del fujimorismo, un escenario ideal para que el presidente Vizcarra afronte su último año y medio de mandato.
RESULTADOS A OBSERVAR
Cabe aún esperar cual será el voto de castigo que recibirá el fujimorista Fuerza Popular, el más votado en 2016, cuando obtuvo una abrumadora mayoría de 73 diputados sobre 130 pero cuyo capital social dilapidó por su mala gestión parlamentaria, su oposición a las populares políticas anticorrupción del Gobierno y la prisión preventiva por más de un año a la que fue sometida su líder Keiko Fujimori por haber cometido supuestamente el delito de lavado de dinero.
Si bien la formación aún mantendrá un núcleo duro de representantes en el Congreso que salga de esta votación, se espera que no sea una bancada que pueda ser determinante o que pueda torpedear por si sola las políticas del Gobierno.
Otra situación es la que vive el Partido Aprista Peruano (PAP), del expresidente Alan García, que en el último Congreso fue el principal aliado del fujimorismo, y puede quedarse sin representación si no supera el 5 % de los votos válidos.
La izquierda, que se presenta dividida en al menos tres partidos, también corre riesgo de quedarse fuera del hemiciclo si no supera el umbral del 5% de voto nacional que habilita su entrada en la cámara.
Si bien algunas encuestas daban como posible ese resultado, la situación es sin embargo más halagüeña que la del PAP.
EFE