La Semana de la Moda de Milán se abrió este martes con un acto inédito al conectarse en forma virtual con China después de que el nuevo coronavirus obligara a estilistas, compradores y periodistas de ese país a renunciar a viajar.
La ausencia de los representantes de un tercio del consumo mundial del lujo, además de la crisis, cuesta millones de euros a uno de los sectores más vitales de la economía italiana.
Como el espectáculo debe continuar, las grandes casas italianas como Armani, Fendi, Prada, Versace y Gucci presentarán de todas formas sus nuevas colecciones femeninas para otoño e invierno.
Durante cinco días el calendario ha programado 56 desfiles, 96 presentaciones y unos 40 eventos especiales en la capital de la Lombardía.
El inicio fue toda una declaración de intenciones, con el show “China, estamos contigo”, firmado por el creador chino afincado en Nueva York, Han Wen, de 20 años.
“Mi desfile muestra mujeres con una imagen muy fuerte, así que espero que las que están en China, o los otros diseñadores o colegas que se han quedado allá, gocen de buena salud”, declaró a la AFP el estilista.
Tres importantes estilistas chinos, Angel Chen, Ricostru y Hui confirmaron que no podían viajar a Milán debido a que Italia fue el primer país europeo en prohibir todos los vuelos hacia y desde China desde el 31 de enero de 2020.
Además, el cierre de los talleres de producción de esas marcas impide cumplir con los pedidos de las colecciones.
La ausencia de China pesa. Las salas para la exhibición de sus marcas donde se reúnen los compradores internacionales y dueños de boutiques de lujo de todo el mundo estarán menos atestadas.
“El impacto económico por el virus por ahora no se puede calcular, aunque las medidas tomadas por el gobierno chino no tienen precedentes”, reconoció la Camera Nazionale della Moda, encargada de la organización de la semana de la moda.
La reducción de las exportaciones a China ha costado no menos de 100 millones de euros en el primer trimestre de 2020, según algunas estimaciones y llegará a 230 millones si la crisis se prolonga durante el primer semestre.
– Acceso privilegiado –
Los compradores chinos tendrán durante la Semana acceso a la transmisión de desfiles, a sus preparativos, a entrevistas con creadores y presentaciones en vivo, casi como si estuvieran en el corazón de Milán.
La marca Prada incluso cambió el calendario de sus desfiles, para hacer su presentación más temprano el jueves y facilitar el horario a su clientela asiática.
Los creadores chinos también serán los grandes protagonistas gracias al gigante chino Chic Group patrocinador del desfile de ocho marcas chinas emergentes, que presentarán sus colecciones en la Fashion Town. Los estilistas no estarán físicamente pero sí en forma virtual a través de enlaces de video.
Pese a ello las principales marcas italianas siguen anunciando el cierre de sus tiendas en Asia (Fendi, Prada, Versace) así como el congelamiento de las inversiones en el sector minorista, como ocurrió con Moncler la semana pasada.
La entrega de pedidos registra significativos retrasos. Las grandes marcas han hecho donaciones importantes para el estudio del virus con el objetivo de acabarlo lo más pronto posible.
Versace donó 1.300.000 euros, Kering un millón de euros y LVMH 2 millones de euros.
Hasta la fecha casi 2.000 personas han muerto en China continental y más de 72.000 han sido infectadas.
AFP