La banca en Venezuela continúa en constante caída. Una tarjeta de crédito en la actualidad puede representar un adorno en la cartera de cualquier ciudadano y es que los límites crediticios son tan bajos que su uso es nulo.
Algunos expertos indican que la banca tiene aún beneficios y algunos usuarios la ven obsoleta debido a que no cumple las mismas funciones que años anteriores.
La economista Tamara Herrera indicó que “desde hace años estamos en un entorno de alta inflación y bajo un sistema de represión financiera, es decir, donde las tasas de interés pasivas (depósitos) y activas (créditos) están reguladas. En esas condiciones no hay incentivo al ahorro porque las tasas son reales negativas, es decir, la inflación supera con creces la tasa pasiva mínima que se le fija al sistema bancario. Por eso todos los depósitos son casi 100% a la vista, aunque hay una pequeña porción en depósitos de ahorro con limitaciones de uso”.
Además agregó que las funciones de la banca tuvieron que cambiar para adaptarse a las nuevas necesidades que tiene la comunidad.
“La banca venezolana ha sido forzada a convertirse en espacio de servicios tras haberla obligado a eliminar el crédito a través de la severa política de encajes que además, conjuntamente con los créditos, fueron recientemente indexados a la variación del dólar. Así que en la necesidad de sobrevivir la banca ofrece servicio de custodia de divisas en efectivo, lo cual adquirirá más importancia como fuente de ingresos”.
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