El papa Francisco acepta la renuncia del arzobispo francés acusado de ocultar pederastia

El papa Francisco acepta la renuncia del arzobispo francés acusado de ocultar pederastia

FOTO DE ARCHIVO: El Papa Francisco participa en la procesión penitencial el Miércoles de Ceniza en Roma, Italia, 26 de febrero de 2020. REUTERS / Remo Casilli / File Photo

 

 

 

El papa Francisco aceptó este viernes la renuncia del cardenal Philippe Barbarin, quien había pedido al pontífice dejar el arzobispado de Lyon pese a haber sido absuelto de las acusaciones de haber ocultado casos de pederastia en su diócesis.

Según indicó la diócesis en un comunicado, la renuncia fue aceptada “sin sorpresas”, al tiempo que Michel Dubost ha sido elegido de forma transitoria para situarse al frente del arzobispado, uno de los más importantes de Francia.

Barbarin, de 69 años, recibió “con alivio” la decisión adoptada el pasado 30 de enero por el Tribunal de Apelación de Lyon de absolverle de la acusación de ocultación de casos de pederastia por las que en primera instancia había sido condenado en marzo de 2019 a seis meses de prisión exentos de cumplimiento.

Ya entonces acudió al Vaticano a presentar su renuncia a Francisco, quien la rechazó hasta que se conociera el resultado del recurso.

Pese a que este le fue favorable, Barbarin, defensor de las tesis más tradicionales y conservadoras de la Iglesia católica, reiteró su intención de abandonar el cargo y, según varios medios, seguir su labor pastoral en otros destinos, como regresar a una misión en Madagascar donde ya ofició tras salir del seminario.

El otrora poderoso cardenal tiene pendiente otra cita con los tribunales, puesto que los denunciantes, un grupo de víctimas de un cura de su diócesis, recurrieron su absolución ante el Supremo.

Barbarin, aseguran sus allegados, quedó muy tocado por todo el caso, cuando le situaron en el blanco de la organización que ocultó los abusos cometidos en su diócesis por el sacerdote Bernard Preynat entre 1971 y 1991.

Unos abusos revelados por varias víctimas, que consiguieron sentar en el banquillo al cura, que confesó muchos de ellos y está pendiente de sentencia.

EFE

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