El equipo reporteril de lapatilla.com salió al ruedo durante la tarde del jueves 19 de marzo para ser testigo de lo que casi nadie observaba a esa hora: la soledad de las principales arterias viales de Caracas, capital de Venezuela.
La avenida Boyacá, también conocida como la Cota Mil, se quedó completamente despejada en el trecho entre Altamira y El Marqués.
En la comercial Avenida Francisco de Miranda, la historia tampoco fue diferente, en el trayecto desde Chacaito a Bello Campo.
Un poco más temprano, previo al anochecer, la Avenida Libertador tampoco albergó su acostumbrado y numeroso tráfico, en un recorrido hasta El Rosal.
Finalmente, la atractiva noche de la comunidad cercana a Los Palos Grandes tampoco fue capaz de tentar a algún curioso, intimidado por la cuarentena decretada por el régimen chavista de Nicolás Maduro.
Definitivamente, el temor al COVID-19 logró hacer lo que ni siquiera los apagones chavistas consiguieron.