Irene Sanzone y John Fuchs tenían la urgencia de casarse y lo hicieron en la iglesia de Nuestra Señora de la Piedad, en Staten Island, a donde acudieron decenas de personas en medio de la emergencia nacional por coronavirus.
Ni a la pareja ni a las autoridades de la iglesia donde se ofició la unión les importó que la ciudad de Nueva York sea el epicentro del COVID-19, al registrar más de 12,000 casos, es decir alrededor del 60% de los reportados en todo el estado.
Cuando ya era demasiado tarde, al arquidiócesis reconoció que no debió celebrarse la boda.
“La boda no cumplió con las pautas arquidiocesanas y no debería haberse celebrado”, dijo el portavoz Joseph Zwilling a The New York Post.
Los invitados estaban sorprendidos por la organación del evento, pero aún así acudieron.
“Es terrible”, dijo. “Está poniendo en riesgo a las personas de la comunidad. Estás poniendo en riesgo personal de la fiesta de bodas y los invitados”.
La congregación religiosa afirma que no permitirá más bodas.
Aunque se reporta que oficiales del NYPD acudieron a atender una queja de los vecinos, no hay claridad sobre algún arresto.