Venezuela inició una nueva fase de conversaciones con China en busca de apoyo para enfrentar la caída de los precios del petróleo y la llegada del coronavirus, dijeron cuatro fuentes conocedoras de la negociación.
Venezuela mantiene una pesada deuda con bancos chinos y el equipo de Nicolás Maduro intenta renegociar los acuerdos que contemplan pagos con petróleo ante el nuevo escenario de muy bajos precios del crudo y las severas sanciones financieras impuestas por Estados Unidos, señalaron las fuentes del sector financiero del país petrolero.
China, un aliado ideológico de la denominada revolución socialista, cortó los préstamos a Venezuela hace varios años pero mantiene buenas relaciones diplomáticas con Maduro, en momentos en que decenas de países lo desconocen por su cuestionada reelección en mayo del 2018 y los bancos globales prefieren no movilizar su dinero por las sanciones.
Organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han guardado silencio sobre el segundo mandato de Maduro, lo que impide tramitar cualquier tipo de apoyo financiero de emergencia para atender la propagación del coronavirus en un país donde fallan los suministros de agua y luz, y hay escasez de medicinas e insumos médicos.
Al conocerse los primeros casos de la enfermedad, Maduro divulgó en Twitter una carta en la que pedía al FMI 5.000 millones de dólares, algo descartado por el organismo. Según dos fuentes, el prestamista no estaba enterado de la petición porque no cuenta con un canal de comunicación formal con Venezuela.
El FMI no respondió de inmediato a una petición de comentarios.
A la par de esa solicitud, el gobierno venezolano ya había comenzado las conversaciones con China, vitales para el futuro del país, de acuerdo con las fuentes. “Sin ellos quedamos en el desamparo”, apuntó una de ellas.
La petrolera estatal venezolana PDVSA y los ministerios de Información y Finanzas no respondieron a las solicitudes de comentarios. Tampoco contestó un correo la embajada de China en el país.
La renegociación luce urgente porque el pago anual a la nación asiática bajo los acuerdos firmados en la década pasada estaría en unos 3.000 millones de dólares con los actuales precios del petróleo, señaló otra fuente. El monto representa una cuarta parte de las ventas de crudo que habría concretado el gobierno en 2019.
Una de las opciones que Maduro quiere llevar a la mesa de negociación con China es otro período de gracia para saldar la deuda con crudo, dijo una de las fuentes, sin precisar el tiempo que solicitarán. En 2016, Venezuela recibió por primera vez una prórroga en la que Pekín solo descontó el pago de intereses en los despachos de crudo durante más de un año.
China ha prestado a Venezuela unos 50.000 millones de dólares desde 2007. El total pendiente cayó por debajo de los 20.000 millones de dólares en los últimos cinco años, pero las autoridades no han informado cuánto falta por saldar.
El equipo de Maduro está interesado en seguir recibiendo insumos desde China a cambio de petróleo para sortear las dificultades de las compras en el extranjero que causan las medidas del gobierno del presidente Donald Trump, dijo otra de las fuentes.
Entre abril y diciembre de 2019, al menos 40% de las importaciones de alimentos que hicieron entidades gubernamentales en el extranjero se concretaron en China, de acuerdo con datos portuarios vistos por Reuters.
Con las cada vez más fuertes restricciones que afronta el gobierno para comprar en países cercanos, desde China llegaron cargamentos de leche, aceite, preparaciones de carne y hortalizas que son entregadas a través de programas de alimentación.
Desde el año pasado, Maduro acumula fondos en China, gracias a los pagos en yuanes por la venta de petróleo, que han servido para concretar compras en ese país, y con los que se ha evaluado pagar incluso a las contratistas. [nL2N26H00Q]
La semana pasada Maduro dijo que empezó a recibir insumos médicos de China para combatir el coronavirus. Según las fuentes consultadas, los envíos -de unos 4.000 kits- forman parte de un programa de cooperación entre ambos gobiernos y no involucran pagos con crudo como resultado de las negociaciones. Reuters