Las medidas de aislamiento se están levantando poco a poco en la ciudad china de Wuhan, epicentro de la pandemia de coronavirus, aunque no lo suficientemente rápido para algunos residentes, ansiosos de volver a comprar sus propios productos frescos después de semanas de vivir a base de entregas de suministros.
Los barrios de la ciudad siguen cercados por muros de plástico de dos metros de altura, levantados a principios de la crisis para imponer el distanciamiento social y aislar a las comunidades. También hicieron que los residentes dependieran totalmente de los pedidos online.
En un vecindario, los residentes y los comerciantes comercian ahora por encima de dichas barreras.
El miércoles había clientes subidos a sillas con el objetivo de ver los productos a la venta en el otro lado, gritando a los comerciantes para comprobar los precios, y utilizando posteriormente aplicaciones para pagar desde sus teléfonos móviles con el fin de no arriesgarse a pagar en efectivo, para finalmente recoger su compra.
“Es más seguro para nosotros vender detrás de estas barricadas”, dijo el dueño de un puesto de carne de cerdo.
Letreros de pizarra blanca colgados en las barricadas informaban a los residentes de lo que estaba en venta al otro lado. La mayoría mencionaba verduras, arroz, aceite y carne, pero uno prometía cangrejos de río, un manjar local.
Algunos supermercados también reabrieron el miércoles, y uno de ellos atrajo a una larga fila de compradores —todos separados por un metro y medio—, formando una cola que daba la vuelta a la esquina.
Algunas personas usaban impermeables o gorros de ducha para protegerse del virus. Todos llevaban mascarillas y todos parecían felices de terminar con las compras online y la entrega de suministros.
“No eran frescos”, dijo Dong, un hombre de 68 años, refiriéndose a los alimentos que los voluntarios dejaban en su casa durante el confinamiento. “No tenían buen aspecto ni sabían bien”.
“Si vamos al supermercado nosotros mismos tendremos más opciones.”
Wuhan se prepara para levantar el confinamiento el 8 de abril, momento en que los residentes de la ciudad podrán salir por primera vez desde el 23 de enero. Reuters