“Todo parece de ciencia ficción, pero es que esto es como una película”, cuenta Pedro Armestre al otro lado del teléfono. El viernes pasado fue uno de los primeros fotógrafos de prensa que pudo entrar en el hospital de campaña montado en la feria de Madrid donde se atiende a afectados por coronavirus.
Esa sensación de estar viviendo algo tan trágico como histórico impregna el relato de este veterano fotógrafo. Su experiencia en situaciones complejas como esta, tanto en trabajo con ONG como cubriendo los incendios forestales, son un punto a favor para un trabajo como este.
Puede parecer un detalle menor, pero basta escucharle y verle con todo el equipo para entender que estar acostumbrado a trabajar con EPI (equipo de protección individual) es casi imprescindible para poder afrontar un encargo como este. “Tenía por casa 8 o 9 mascarillas FFP2 y FFP3. Me quedé un par y el resto se las he dado a enfermeros y compañeros”, explica.