No se ha comprobado, pero son prometedores los experimentos científicos sobre el proceso en el que la sangre de los sobrevivientes de COVID-19 podría ayudar a los que se han contagiado del coronavirus. Es un tratamiento donde se utilizan los anticuerpos encontrados en el plasma del donante.
En la Florida ya se están identificando posibles donantes para participar en lo que llaman “plasma convaleciente” un tratamiento contra el coronavirus.
La búsqueda de tratamientos contra el COVID-19 continúa en todo el mundo. En China, donde se originó el virus, científicos han logrado aislar anticuerpos con el propósito de evitar que el coronavirus penetre en las células.
El Dr. Zhang Linqi, profesor de la universidad Tsinghua, en Pekín dice que “se ha comprobado la importancia de los anticuerpos para tratar cáncer y enfermedades autoinmunes e infecciosas. Estos anticuerpos pueden ser efectivos en la prevención y en tratamientos contra el coronavirus, incluyendo los tratamientos con plasma”.
En enero, los médicos de Pekín comenzaron a examinar los anticuerpos de la sangre extraída de los pacientes que se recuperaron del COVID-19.
El Dr. Zhang Linqi ahora dice que” tratan de identificar los anticuerpos más potentes para disminuir el riesgo de mutación del coronavirus”.
Mientras tanto, en Estados Unidos, la administración de fármacos y alimentos ha facilitado el acceso al plasma sanguíneo de personas recuperadas del virus para pacientes con infecciones potencialmente mortales.
“El tratamiento se llama “plasma convaleciente” y es un ensayo clínico, pero la FDA dio un permiso de emergencia para utilizarlo en pacientes graves”, dijo la portavoz de One Blood, los laboratorios sin fines de lucro que están identificando a posibles donantes.
Susan Forbes, de One Blood dice que “estamos trabajando con el departamento de salud de la florida… Para encontrar a esos donantes (…) tendrán que reunir los requisitos para una donación de sangre además de las normas de la FDA”.
El procedimiento involucra la detección de anticuerpos cuerpos contra el virus en el plasma del donante. Luego se inyecta en la persona enferma.