El presidente del Parlamento iraní, Alí Lariyaní, está contagiado de coronavirus y se encuentra en cuarentena, al igual que numerosos miembros de la Cámara y del Gobierno del país.
Lariyaní fue sometido a la prueba después de presentar “ciertos síntomas” y, tras dar el test positivo, empezó a recibir tratamiento, según informó en las últimas horas el Parlamento iraní en un comunicado.
Este veterano político, uno de los más importantes que ha contraído el COVID-19 en Irán, ha ocupado el cargo de jefe del poder legislativo durante los últimos doce años.
Al menos 23 de los 290 diputados han dado positivo en coronavirus, que también ha afectado a varios de los parlamentarios que fueron elegidos en los comicios del pasado febrero, en los que se impusieron los conservadores.
Las elecciones parlamentarias, a las que ya no se presentó como candidato Lariyaní, tuvieron lugar el 21 de febrero, dos días después de que se anunciaran los primeros casos de COVID-19.
Desde entonces, la pandemia se extendió por todo el país, donde han fallecido 3.160 personas de las más de 50.000 que han sido contagiadas, de acuerdo a los datos de ayer del Ministerio de Salud.
Entre las autoridades contagiadas destacan, además de Lariyaní, la vicepresidenta para Asuntos de la Mujer, Masumeh Ebtekar, y el asesor del líder supremo para temas internacionales, Alí Akbar Velayatí.
El coronavirus se ha cobrado asimismo la vida de un alto comandante de la Guardia Revolucionaria, Naser Shabaní; del ayatolá de la Asamblea de Expertos Hashem Bathaí Golpayeganí, y del miembro del Consejo de Discernimiento Mohamad Mir Mohamadí, entre otros.
Las autoridades iraníes han ido adoptando gradualmente medidas restrictivas para contener la pandemia, desde el cierre de escuelas y universidades, a la clausura de todo negocio no esencial y la prohibición de los viajes interurbanos.
EFE