Brasil sumó 852 nuevos casos de personas contagiadas con la COVID-19 en las últimas 24 horas y ya cuenta con más de 11.000 infectados por el nuevo coronavirus que en poco más de un mes ha cobrado la vida de 486 personas en el gigante suramericano.
De acuerdo con el último reporte del Ministerio de Salud divulgado este domingo, en las últimas 24 horas hubo 54 muertes más, lo que supone un incremento del 12,5 %.
El incremento también se vio en el número de contagios confirmados que en el último día creció un 8 % con más de 850 nuevos casos.
La tasa de letalidad, que el sábado estaba en 4,2 % subió este domingo para 4,4 % y según las autoridades sanitarias, el 81 % de los óbitos corresponden a personas por encima de 60 años.
Sao Paulo, el estado más poblado e industrializado del país, con una población de 46 millones de habitantes, similar a la de España, continúa como la región que más casos concentra en todo Brasil, con 4.620 personas infectadas y 275 muertes.
Le siguen Río de Janeiro con 1.594 casos confirmados y 64 muertos y Ceará (nordeste) con 823 personas contagiadas y 26 fallecidos.
Aunque el número de casos ya supera los 11.000 en el gigante suramericano, el ministerio ha insistido que los números pueden ser mayores ya que las pruebas para confirmar la COVID-19 solo se han efectuado a pacientes críticos hospitalizados y aún hay casos represados a la espera de un resultado.
Los datos suministrados por la cartera de Salud señalan que la tendencia de la curva del coronavirus comienza a entrar en la fase de aceleración, aunque todavía está por debajo de los niveles que para el mismo período tenían otros países como Italia o España.
Esto se debe a la insistencia de las autoridades sanitarias en el confinamiento social, una medida para evitar la propagación del virus que ha sido fuertemente criticada por el presidente Jair Bolsonaro que va en contra de las recomendaciones científicas proclamadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la lucha contra la COVID-19.
El mandatario considera que la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2, es una “gripecita” de la que solo deben cuidarse las personas mayores, y por la que no se debe frenar a un país entero con medidas de aislamiento social. Su polémica posición para enfrentar el coronavirus, le ha valido una fuerte crítica a su gestión, avalada tan solo por el 33 % de los brasileños.
No obstante, según un sondeo divulgado este domingo por la firma Datafolha, la mayor parte del pueblo brasileño (59 %) piensa que el presidente no debe renunciar a su cargo por la labor que ha desempeñado en el combate contra la COVID-19 y un 52 % opina que tiene las condiciones para seguir gobernado a la potencia sudamericana. /EFE