Los migrantes venezolanos que regresan al país desde Colombia debido a la crisis sanitaria y económica desatada por la pandemia de la COVID-19, permanecerán en albergues militarizados hasta cumplir la cuarentena obligatoria, dijo este viernes un influyente dirigente del chavismo.
A su ingreso a Venezuela las personas son sometidas a un “protocolo estricto” y recluidas en escuelas y liceos habilitados para que cumplan una cuarentena de dos semanas, afirmó Freddy Bernal, autoridad designada por el presidente Nicolás Maduro para Táchira, estado fronterizo con la ciudad colombiana de Cúcuta.
“Cada espacio se transforma en un recinto de estricta seguridad militar, nadie puede salir y nadie puede entrar, no es un centro de vacaciones, ni un centro de spa, es un centro bajo estrictas medidas de seguridad”, remarcó Bernal en declaraciones a la televisión gubernamental.
Bernal afirmó además que las instalaciones educativas “no estaban diseñadas para albergar personas”, pero han sido adecuadas en “tiempo récord” para atender la contingencia.
Hasta el momento “se han instalado 10 puntos de alojamiento social integral (PASI)” en Táchira, cuya operatividad ha sido cuestionada por la oposición venezolana.
“El régimen de Nicolás Maduro ha instalado en San Antonio y en Tienditas unos campos de concentración. Tienen a nuestros connacionales hacinados, durmiendo en el piso, sin ningún tipo de medida sanitaria, todo para montar un show político”, denunció en Twitter Tomás Guanipa, delegado en Colombia del líder opositor Juan Guaidó, reconocido como mandatario encargado por medio centenar de países.
A la fecha el gobierno ha informado de 171 diagnósticos y nueve muertes desde el 13 de marzo por COVID-19.
Según Bernal, “en los últimos cuatro días han ingresado al país 3.943 venezolanos provenientes fundamentalmente de Colombia y algunos de Ecuador y Perú”, países que han recibido la mayor parte de los 4,9 millones de migrantes que han salido desde finales de 2015, según la ONU.
El pasado 6 de abril el gobierno decretó un toque de queda nocturno en las poblaciones donde están los principales pasos fronterizos con Colombia, alegando que grupos violentos intentan cruzarlos mezclándose con los venezolanos que vuelven obligados por la pandemia. AFP