Leyendas de la Fórmula 1?, Stirling Moss y Juan Manuel Fangio fueron grandes rivales en las pistas. Pero también buenos amigos. Así lo dejó claro el piloto británico, quien falleció este domingo a los 90 años, en un artículo que escribió para Reader’s Digest Selecciones, en enero de 1997, a casi dos años de la muerte de “El Chueco”.
Por Clarín
En el texto, entre una infinidad de anécdotas que pintan qué clase de piloto y persona era el argentino, Moss contó cómo Fangio lo salvó de ser secuestrado por una guerrilla en Cuba.
Fue en la previa del Gran Premio de ese país de 1958. “Fangio se encontraba en un hotel de La Habana, en la víspera de esa carrera, cuando de pronto se vio con el cañón de una pistola en medio de los ojos. Los guerrilleros de Fidel Castro querían llamar la atención para su causa”, relató Moss.
Y contó que al darse cuenta de que podían secuestrar a otros pilotos, el quíntuple campeón de la categoría reina del automovilismo en 1951, 1954, 1955, 1956 y 1957 les hizo un pedido especial.
“Háganme un favor. No se lleven a mi amigo Stirling Moss. Se acaba de casar y está aquí con su esposa. Sería muy doloroso para ella”, les dijo Fangio a sus captores, y evitó que el británico pasara un momento difícil.
Moss destacó además que después de ese episodio, el argentino pudo disputar ese Gran Premio “absolutamente sereno” y tras la carrera fue puesto en libertad.
Esa fue sólo una de las mil anécdotas que el británico, cuatro veces subcampeón de Fórmula 1 -tres de ellas detrás de Fangio, en 1951, 1956 y 1957-, compartió a lo largo de su carrera con el argentino, de quien destacó: “Lo más importante de él fue su grandeza como ser humano”.