El jefe del sindicato de detectives del NYPD llamado coronavirus una “bala invisible” para los policías – como dos detectives más murieron a causa de la COVID-19 pandemia, el Post ha aprendido.
Uno de los detectives, Raymond Abear, que tenía 19 años en el trabajo, fue asignado temporalmente a la Guardia Nocturna de Víctimas Especiales, pero su comando permanente era la División de Víctimas Especiales de Queens. Al hombre de 44 años le sobreviven su esposa y dos hijos.
El otro detective, Jeffrey Scalf, que trabajó en el Bronx Gang Squad se unió a la policía de Nueva York hace 14 años. Tenía 46 años y deja atrás una esposa y tres hijos.
“Nuestros detectives, como todos los miembros de la policía de Nueva York, están en primera línea y tienen un alto riesgo de contraer este terrible virus”, dijo el presidente de la Asociación de Detectives Paul DiGiacomo en la radio el domingo. “Es un momento muy peligroso para los detectives de la ciudad de Nueva York y todos los socorristas”.
“El hecho de que estás ahí afuera arriesgando tu vida todos los días; uno, del elemento criminal, y dos, de lo que yo llamo la bala invisible, este coronavirus ”, dijo DiGiacomo.
“Y luego te vas a casa y posiblemente te lo lleves a tus familias, lo cual es muy inquietante para todos los socorristas”.
Con la muerte de Abear y Scalf, la policía de Nueva York ha perdido 22 miembros totales por coronavirus, cuatro de los cuales tenían el rango de detective.
Hasta el domingo por la noche, 2,344 oficiales uniformados y 489 miembros civiles del departamento habían contraído la enfermedad.
Los miembros civiles fueron los más afectados, con 17 fallecidos por COVID-19.