Un hecho destaca en el escenario político de los Estados Unidos. Es la consolidación del apoyo a Joe Biden como el candidato del partido demócrata en los EEUU. Es un hecho sin precedentes en una candidatura tan temprano en las primarias del partido. Para darnos una idea, en 2008, a esta altura, Barack Obama no había logrado consolidarse, y Hillary Clinton tampoco en 2016. ¿Qué significa esto? Así lo reseña alnavio.com
Por Leopoldo Martínez Nucete
De entrada hay que decir que se trata de una señal de la capacidad de convocatoria y la extraordinaria operación política de Joe Biden y su equipo, subestimados por los resultados en la primera parte de la contienda. Los hechos se han sucedido de la siguiente manera.
Esta semana, de forma entusiasta y decidida, Bernie Sanders apareció ante los medios nacionales en una videoconferencia con Biden, anunciando que se incorporaba a su campaña y compartiendo puntos de vista en una forma estimulante para los seguidores del exVicepresidente. Mostró también apertura en hacer frente común, revisando muchos de sus planteamientos, y reiterando a todos que en la campaña de Biden tienen un lugar para continuar la lucha.
Al día siguiente, cuando se procesaba el impacto de esta noticia, el país fue testigo del regreso del expresidente Barack Obama a la arena política y electoral. Obama difundió un video magistral en el que plantea su apoyo a Joe Biden, y las razones para votar masivamente en estas elecciones. Solo la cuenta de Twitter de Obama ha registrado que más de 9 millones de personas han visto el vídeo, y se suman en cientos de miles las visualizaciones que ha tenido por otras vías en redes sociales, además de la cobertura nacional en medios de comunicación. La potencia del mensaje y apoyo de Obama pone de manifiesto su inteligente manejo del silencio, la forma oportuna en que dosifica sus intervenciones públicas, y su capacidad de desmontar a Donald Trump sin nombrarlo.
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