El teléfono sonó y a Verónica Pignataro le temblaron las piernas. La llamada era de un número que ella desconocía y temía una mala noticia. Fue el 1 de abril. Ese día, desde Buenos Aires, ella y su familia se enteraron: Héctor Cabrera (74) había fallecido por coronavirus, solo, en un centro de salud de Roma, donde estuvo hospitalizado tres días. No sabían qué hacer. Irma, la esposa de Héctor, también estaba enferma de COVID-19 y también estaba internada en Italia. Fue el médico que la trataba el que les recomendó que esperaran hasta que recibiera el alta para darle la mala noticia. Por eso, Irma estuvo dos semanas sin saber sobre la muerte de su esposo.
Por clarin.com
Héctor, Irma y los hermanos Ana María, Ángela y Emilio Luis Aieta habían partido de Buenos Aires el 25 de febrero con destino a Miami, desde donde tomaron un crucero que terminaría en Venecia el 25 de marzo. Pero los cinco amigos no terminaron su viaje ese día, ni en ese lugar.
El Costa Luminosa partió el 5 de marzo. Tres días después sus pasajeros desembarcaron en Puerto Rico. Fue el único destino que disfrutaron y donde bajó un matrimonio que quedó internado por tener síntomas compatibles con coronavirus.
Antigua, Tenerife, Málaga, Marsella. El crucero pasó de largo porque las fronteras se fueron cerrando. El 14 de marzo comenzaron la cuarentena en el camarote. Y las cosas fueron de mal en peor. Nunca tuvieron un comunicado oficial de Costa.
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