La Policía colombiana reprimió este jueves con gases lacrimógenos un intento de decenas de migrantes venezolanos de cruzar la frontera desde Ecuador, sobre el Puente de Rumichaca, donde estaban varados por la situación de emergencia nacional debido al COVID-19.
Testigos presenciales dijeron a Efe que los agentes colombianos dispararon gases lacrimógenos contra los migrantes, entre los que se encontraban niños y ancianos varados desde hace días, y que se han registrado entre uno y dos heridos.
Los hechos ocurrieron a eso de las 19.30 locales (00.30 GMT del viernes), cuando decenas de venezolanos que protestaban por el cierre de fronteras, se adelantaron hacia las barreras que había colocado la Policía colombiana y las derribaron.
“El grupo cruzó por la fuerza”, aseguraron las fuentes a Efe y “la policía los replegó hacia el lado ecuatoriano con gases lacrimógenos”.
“Hay un muchacho venezolano afectado por el gas lacrimógeno”, agregaron.
Otras fuentes oficiales cifraron los heridos en “entre uno y dos” pero no pudieron dar detalles sobre el enfrentamiento.
Imágenes difundidas por redes sociales muestran una auténtica batalla campal sobre el mismo Puente de Rumichaca, que conecta el lado ecuatoriano con el colombiano, con grandes cantidades de gases, bengalas de luz y estruendos, aparentemente del disparo de los gases.
Decenas de venezolanos se encontraban allí en los últimos días para tratar de regresar a su país debido a la crisis sanitaria y económica que afecta a la región por la pandemia del coronavirus.
“Aquí estamos todos los venezolanos luchando para poder llegar a nuestro país. Algunos tienen mucho tiempo aquí, 50 o 55 días caminando para poder llegar a la frontera, y no nos quieren dejar pasar”, lamentó Andrea Inorseti, una de las venezolanas que estaba atrapada en el cruce internacional.
Madre de tres hijas y con un hermano en silla de ruedas en Venezuela, esta joven salió de Chile caminando hace 60 días y aseguró, con la cara cubierta con una mascarilla azul, que esa realidad es la que las autoridades de los países que atraviesa “no quieren ver”.
En unas imágenes facilitadas este jueves por la Prefectura de Carchi, otro joven con el rostro descubierto indicó que llevaba mes y medio caminando desde Perú junto a un grupo de 23 personas.
“Casi logramos el objetivo, no sabemos si vamos a la deriva”, advirtió ante el callejón sin salida que encuentra en el penúltimo país antes de poder acceder al suyo.
Poco antes de los disturbios, Guillermo Herrera, prefecto del Carchi, la provincia ecuatoriana fronteriza con Colombia donde se encuentra el paso, advirtió a través de Efe al Gobierno de Lenín Moreno de que era necesario una solución humanitaria.
“Si tenemos un flujo que sobrepase las 300 personas, se va a generar una crisis sanitaria y humanitaria, porque vienen caminando y duermen a la intemperie. Hay que actuar”, dijo el prefecto.
EFE