Con Irán, más allá de compartir el carácter común de miembros de la OPEP, hay pocos lazos históricos y culturales que nos unen, porque cuando miramos la situación política en ambos países, nos damos cuenta de las enormes similitudes que están lejos de ser puras coincidencias. Chávez, en su afán por convertirse en el bastión mundial contra “el imperialismo”, supo arrimarse a los enemigos naturales de los estadounidenses, que no necesariamente debían ser nuestros enemigos, pero tampoco nuestros “mejores” aliados. Lo hizo con Cuba, con Rusia, China, con la Libia de Gadaffi, el Irak de Hussein y por supuesto, lo hizo con Irán.
Aunque en el camino algunos dictadores han pasado a “mejor vida” , otras amistades no solo quedan intactas sino que se han fortalecido en la tragedia que significa para la dictadura Islámica y la madurista estar aisladas del mundo. Si hay dos países que no tienen prácticamente nada que perder al estrechar sus relaciones son estos dos. De allí que seamos testigos impotentes de lo que ocurre en nuestra Venezuela.
Aviones van y vienen de Irán a Venezuela en momentos donde se supone el espacio aéreo está cerrado. Nadie sabe con exactitud qué o quienes van abordo o al menos casi nadie.
El mundo los vigila desde hace mucho y lo que la dictadura madurista ha logrado, es que hoy esta vigilancia se haga con mayor énfasis. No es bueno decirle al enemigo cuando este se equivoca, por ejemplo, nadie le alertó a Soleimani y todos conocemos su final. Venezuela será liberada y desde el día uno también nuestro territorio, con la ayuda de una Fuerza Armada al servicio de la defensa de nuestra soberanía, desalojaremos de suelo nacional a todo grupo irregular contrario a nuestra tradición pacifista y democrática.
@Brianfincheltub