Lara sigue aumentando su deuda quirúrgica. Como un chiste de muy mal gustó quedó la promesa hecha en el 2017 por la doctora Linda Amaro, para entonces secretaria de salud en la región, cuando se comprometió a operar a todas las personas que se encontraban en lista de espera. El compromiso hecho por Amaro no solo fue incumplido sino que la fila de personas esperando por una cirugía aumentó.
Por Osman Rojas | LA PRENSA de Lara
De acuerdo a los registros que manejan organizaciones no gubernamentales y representantes del Colegio de Médicos en la región, en estos momentos hay unas diez mil personas esperando por una operación. El grueso de estos pacientes son concentrados en el área de traumatología (se estima que hay casi dos mil personas) y oftalmología (con unas tres mil intervenciones pendiente).
Ruy Medina, exdirector sectorial de salud en el estado Lara, reconoce que durante su etapa como regente de sanidad quedaron pendientes unas 5 mil operaciones. Estos números han ido en aumento pues, por la pandemia del coronavirus, las intervenciones electivas se paralizaron. Además de eso en los últimos tres años el Antonio María Pineda ha pasado de tener 19 pabellones activos a contar con sólo ocho salas quirúrgicas.
“La deuda que hay en el estado es muy alta. No hay insumos en los hospitales que garanticen las intervenciones y lo poco que se tiene es guardado para las emergencias. Todo esto deja como resultado final un sistema que colapsa y una lista de operaciones que se hace más grande cada día”, decía en días pasados el doctor Medina.
El especialista ve con preocupación cómo en los hospitales de municipios foráneos se han ido paralizando los pabellones lo que deja al Hospital Central de Barquisimeto como el único centro capacitado y acondicionado para realizar operaciones.
“Si uno hace un análisis de la operatividad de las salas quirúrgicas en el estado nos damos cuenta que la gran mayoría de pabellones están parados. Todos estas paralizaciones están ligadas con problemas básicos como un aire acondicionado o filtraciones pero el problema va mucho más allá de contar con un espacio, pues hay centros como en Morán, en donde no hay cirujanos o anestesiólogos. Cómo operamos sin tener el personal”, dice.
Otra de los factores que ha incrementado el número de personas en espera por una intervención quirúrgica es el costo de una operación en el sector privado, pues la gran mayoría de persona depende del sistema público. “No todos tienen 4 mil dólares”, señalan los médicos consultados.