El virólogo y epidemiólogo estadounidense Joseph Fair, hospitalizado con coronavirus a pesar de haber tomado “precauciones máximas” —según lo aseguró en un tuit publicado este miércoles—, dijo que probablemente contrajo covid-19 a través de sus ojos mientras regresaba en avión a su casa en Nueva Orleans (Luisiana, EE.UU.).
Por RT
“Tenía puesta una mascarilla, tenía puestos los guantes […] pero, obviamente, todavía puedes contraerlo [el virus] a través de tus ojos”, indicó este jueves en una entrevista para el programa ‘Today’ de NBC, que grabó con su teléfono desde la cama de un hospital. “Y, por supuesto, no llevaba gafas durante el vuelo”, agregó.
Una persona puede infectarse con covid-19 a través de las gotículas que salen de la nariz o la boca de otra (positiva al virus) cuando habla, tose o estornuda. Por eso es muy importante proteger y no tocarse los ojos, la nariz y la boca. No obstante, las mascarillas cubren solo la nariz y la boca.
Según señaló el Dr. Fair, quien es también colaborador de NBC News, “tendemos a prestar atención a la nariz y la boca porque esa es la ruta más común, pero ya sabes, las gotículas que caen sobre tus ojos son igual de infecciosas”.
“Si me puede derribar a mí, puede derribar a cualquiera”
El médico admite que lamenta no haberse bajado enseguida del avión: la aerolínea “nos hizo empacar como sardinas”, dijo. Comenzó a experimentar los primeros síntomas —parecidos a los de la gripe— aproximadamente tres días después del vuelo. Según Fair, todo empezó con la pérdida de apetito. Cuando ya no podía inhalar más de un 25 % del oxígeno necesario, llamó a una ambulancia.
Aunque obtuvo resultados negativos para coronavirus cuatro veces, afirma que la infección pudo no ser detectable debido a que no acudió al hospital de inmediato tras experimentar los primeros síntomas. “Las pruebas no son 100 % precisas”, agregó.
“Si me puede derribar a mí, puede derribar a cualquiera”, advirtió. “No querrán tenerlo, eso es todo lo que tengo que decirles”, advirtió Fair, instando a las personas a estar más atentas a su salud y no subestimar el riesgo de infección, incluso si son jóvenes o sanos y no pertenecen al grupo de riesgo.