Adriana* llegó tarde a la jornada de vacunación convocada por el Distrito Sanitario de la Gobernación de Miranda en el sector El Pedregal del municipio Chacao el pasado viernes. Su niña de 3 años quedó en el último lote de los menores que recibirían la vacuna contra la fiebre amarilla, toxoide, pentavalente y otras. Detrás de ella, iba un pequeño de 11 meses que horas más tarde sería trasladado hasta Salud Chacao sin signos vitales.
Raylí Luján / La Patilla
La única vacuna que le faltaba a la hija de Adriana era la de fiebre amarilla. Se la aplicaron al abrir la primera caja de este medicamento que esperaban suministrar cuando contaran con la cantidad necesaria de pacientes para ello. “Había mucha cola pero yo entré en el último lote que era el de fiebre amarilla. Había muchos niños cuando yo llegué y me imagino que ya habían salido otros antes, con otras vacunas”, contó la joven cuyo nombre real no será revelado por motivos de seguridad.
Al llegar a la casa, cuando ya pasaban las 12 del mediodía, la niña presentó un cuadro diarreico. Transcurrió la tarde y no imaginaron que podría tratarse de una reacción a la vacuna. A las 11 de la noche recibieron una llamada en la que les avisaban sobre la muerte de un pequeño.
“Los rumores fueron que como la mamá había botado la tarjeta, a él le tuvieron que colocar todas las vacunas otra vez, lo que me pareció ilógico. Entre una de ellas, estaba fiebre amarilla, que fue la que le inyectaron a mi hija antes que a él”, manifestó Adriana, quien se retiró a su casa tras comentar la noticia con otros vecinos.
A las 2 de la mañana, los habitantes de El Pedregal que acudieron al operativo médico fueron contactados por el personal de Protección Civil Miranda y se les explicó que serían trasladados hasta Salud Chacao para el chequeo de todos los menores. De acuerdo a lo indicado en una minuta del organismo, fueron llevados al centro sanitario 10 niños.
Adriana sostuvo que después de unas horas todos los cubículos de Salud Chacao estaban repletos. Contabilizó al menos 29 niños. A su hija le diagnosticaron un cuadro de deshidratación por la diarrea y le aplicaron suero intravenoso y ranitidina. La niña de 3 años se complicó por una reacción alérgica y optaron por proporcionarle clorotrimetron. “Con esto se puso peor y le dio una crisis, llegó a ponerse hasta morada”, dijo la madre de la pequeña.
Una media hora más tarde, la niña fue estabilizada con otros medicamentos y se le realizó una placa para certificar que estaba bien. Fue una de las últimas en ser dada de alta a las 6 de la mañana de este sábado. Otros en ese mismo grupo todavía presentaban fiebre. Entre los que habían acudido al centro por presunta intoxicación se encontraban niños vacunados contra la polio, la fiebre amarilla y otras.
Adriana lamentó que ningún representante del Distrito Sanitario de Miranda se haya comunicado después de lo ocurrido. Aseguró que desconoce si en la jornada convocada por redes sociales para el colegio Virginia Vera se contó con la presencia de personal médico cubano.
Indicó que no recibió ninguna etiqueta con la fecha de emisión de la vacuna y que solo le fue colocada la fecha del día en la tarjeta. “No me pegaron ninguna etiqueta, solo la fecha en que se le colocó la vacuna. No tuve acceso a ver la fecha de emisión ni nada. Te pedían la tarjeta, te anotaban y ya. Preguntaban antes de vacunarte el nombre, pedían el peso y si era alérgico o si sufría alguna enfermedad. Con el niño que falleció, por lo menos, insistieron en colocarle todas las vacunas que le iban a poner, de una vez”, agregó.
Las cinco embarazadas que Adriana observó en el operativo mencionaron que todas recibieron 3 vacunas, de las cuales supieron los nombres de 2. “Ellas comentan que solo les dieron papelito de 2, preguntaron por la tercera y no les supieron decir qué fue lo que les colocaron”, señaló.
Adriana, que ya había vacunado a su hija anteriormente en las sedes de Salud Chacao y en otra jornada de la Gobernación de Miranda en 2019, explicó que la niña nunca había reaccionado como lo hizo esta última vez.
“No tengo idea de qué es lo que pudo pasar pero el personal no tiene la culpa. Solo cumplían su trabajo. Los culpables son quienes suministraron las vacunas, porque el personal solo fue a colocarla, no estaban al tanto si venían dañadas”, concluyó la joven.
Por su parte, el alcalde de Chacao, Gustavo Duque resaltó que están a la espera de los resultados de la investigación y la autopsia del niño fallecido.