A finales de 2019 el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, anunció que develaría pronto “una nueva arma estratégica” y que su país continuaría con el desarrollo de armas nucleares, luego de que venciera el plazo impuesto por Pyongyang para que Estados Unidos flexibilizara las sanciones sobre el hermético país comunista a cambio de avances en la desnuclearización de la península coreana.
Por Germán Padinger / infobae.com
Fue el virtual punto final del proceso de diálogo que Kim y el presidente Donald Trump habían iniciado en 2018, el cual había generado esperanzas en todo el mundo y cautela entre los principales expertos en desarme y no proliferación. Luego de tres cumbres (Singapur, Vietnam y Zona Desmilitarizada en Corea), que sirvieron sin duda para reducir las tensiones entre ambos países, finalmente Pyongyang y Washington fracasaron en alcanzar un acuerdo y todo volvió a la situación de 2017: Corea del Norte, fuertemente sancionada, no sólo sigue avanzado en su programa de armas nucleares, sino que lo hizo durante todo el 2019 a pesar de los diálogos con Washington, según un reporte publicado a comienzos de mayo por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
De acuerdo a este documento, Corea del Norte “no detuvo en 2019 sus programas ilícitos de armas nucleares y misiles balísticos”, sino que “continuó la construcción y mantenimiento de infraestructura nuclear, aunque sí detuvo sus pruebas de misiles”.
En ese contexto, el anuncio de Kim acabó con contundencia, y sin éxitos, el proceso y generó una ola de especulaciones sobre esta nueva “arma estratégica”. ¿Se trata de un nuevo misil balístico intercontinental (ICBM), siguiendo los pasos del Hwasong-15 pero aumentando sus capacidades? ¿Se trata de un nuevo vehículo de reentrada múltiple, es decir la capacidad de llevar varias ojivas en un mismo misil? ¿O por el contrario el líder norcoreano se refería a un flamante buque de guerra?
Las apuestas están abiertas.
El nuevo submarino clase Sinpo
De acuerdo a las agencias de inteligencia de Estados Unidos y Corea del Sur, citadas recientemente por el periódico Dong A-Ilbo, esta nueva arma estratégica no sería otra cosa que un submarino de 3.000 toneladas de desplazamiento que está siendo construido en los astilleros de Sinpo y conocido como clase Sinpo-C.
¿Pero qué tiene de novedoso y estratégico este buque? La respuesta es su presunta capacidad de lanzar múltiples misiles balísticos con ojiva nuclear, como los Pukkuksong-3 ya desarrollados y probados por Corea del Norte.
Los submarinos con capacidad de lanzamiento de misiles nucleares de tipo SLBM son un arma estratégica de primer orden y parte de la llamada “triada nuclear”, completada con los ICBM y los aviones bombarderos cargados armas nucleares.
Actualmente, las potencias que cuentan con triada nuclear son Estados Unidos, Rusia, India y China, y se sospecha que Israel podría también ser parte de esta lista. Francia tuvo la “triada nuclear” en el pasado, pero abandonó los misiles ICBM.
En el caso de los submarinos, se trata de un sistema que permite desplegar misiles balísticos en prácticamente cualquier lugar del mundo. Además, por su naturaleza los buques se mueven sigilosamente.
En teoría, un submarino podría acercarse a la base estadounidense en Guam o incluso a la costa oeste de Estados Unidos, desde dónde podría atacar gran parte del país con sus Pukkusong-3, que tienen una autonomía de unos 1.900 kilómetros, de acuerdo al portal de monitoreo Missile Threat, parte del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), un think tank estadounidense.
Poco sabe realmente de los nuevos Sinpo-C, aunque se estima que su desplazamiento se encuentra en torno a las 3.000 toneladas y su propulsión sería convencional. Con estas característias, es casi imposible pensar que un buque así podría acercarse a territorio estadounidense, por limitaciones de tecnología y autonomía. Aunque sí podría ser utilizado para acechar las costas de Corea del Sur y Japón.
“La ‘nueva arma estratégica’ de Kim parece ser un nuevo método de lanzamiento de armas nucleares. Un nuevo submarino que pueda llevar hasta tres Pukkugsong-3 parece prometedor”, indicó el lunes una fuente dentro del ejército de Corea del Sur al Dong A-Ilbo.
Desde el Servicio de Inteligencia Nacional de Corea del Sur (NIS), se reportó el miércoles la presencia de equipamiento utilizado en el desarrollo de SLBM en los astilleros Sinpo, en la provincia norcoreana de Hamgyong.
“Kim debe estar pensando que si Corea del Norte puede convertirse en un país con ICBMs como el Hwasong-14 y el Hwasong-15, así como también submarinos capaces de disparar los Pukkuksong-3, Estados Unidos no lo podrá ignorar”, indicó otra fuente al mismo medio.
La construcción del nuevo submarino ha sido reportada además por diferentes think tanks en base a imágenes satelitales.
Un ICBM con combustible sólido
Pero no todos creen que el submarino clase Sinpo-C sea el arma a la que hacía referencia Kim. De acuerdo a un artículo del analista Shane Smith, experto en Armas de Destrucción Masiva, publicado en el portal de monitoreo de la península coreana 38 North, es probable que se trate de un nuevo ICBM con combustible sólido y plataforma de lanzamiento móvil.
Los misiles más capaces de Corea del Norte, los Hwasong-14 y Hwasong-15, funcionan con combustible líquido, un sistema que requiere que los proyectiles sean alimentados justo antes del lanzamiento ya que su almacenamiento sería peligroso. Esto consume tiempo y requiere de infraestructura, lo que hace al misil vulnerable a un ataque preventivo sobre sus bases de lanzamiento.
Pero los misiles con combustible sólido pueden ser almacenados ya cargados, y desplegados en sencillas plataformas móviles, como las que Corea del Norte ya posee en base a diseños soviéticos, justo antes de ser lanzados. Así, pueden permanecer escondidos hasta el momento de ser usados.
El comandante del Comando Norte del Ejército de Estados Unidos, general Terrence J. O’Shaughnessy, precisó recientemente y ante el Congreso de su país que ésta era la preocupación principal de su cartera. “Corea del Norte podría estar preparado para probar un ICBM muy capaz que permitirá a Kim amenazar nuestro territorio en caso de crisis o conflicto”, consideró.
En un segundo reporte del Dong-A Ilbo, publicado a comienzos de esta semana, fuentes dentro del gobierno de Estados Unidos indicaron que se había detectado actividad en una fábrica de automóviles en la provincia de Pyongan del sur, desde donde se han lanzado misiles balísticos en el pasado.
Beyond Paralell, un portal del CSIS dedicado al análisis de la situación en la península coreana, publicó un informe realizado en conjunto con Jane’s Intelligence, consultora de información militar, sobre una nueva base de lanzamiento de misiles al sur del aeropuerto internacional de Pyongyang, con la capacidad de albergar Hwasong-15.
Esta instalación, bautizada Sil-li, comenzó a ser construida en 2017 y las obras se aceleraron entre finales de 2019 y principios de 2020.
De acuerdo a 38 North, las actitudes recientes de Corea del Norte apuntan a una estrategia que va más allá de la disuasión La búsqueda de misiles balísticos de corto alcance, de SLBMs y de estos nuevos ICBM parece indicar que el país está detrás de la capacidad de lanzar ataques nucleares limitados contra sus enemigos regionales, es decir Corea del Sur, Japón y las tropas estadounidenses en esos países, reservando esta “nueva arma estratégica” como elemento disuasorio ante una posible represalia de Estados Unidos.
Se trata de un giro importante, ya que hasta el momento se creía que la búsqueda de armas nucleares por parte de Corea del Norte tenía fines meramente disuasorios, es decir que intentaba evitar un ataque enemigo, convencional o nuclear, al contar con elementos de represalia.
La nueva estrategia parece alejarse de esta postura defensiva y busca la posibilidad de entablar ataques y forzar conductas, por ejemplo el retiro de tropas o finalmente la unificación de Corea bajo el liderazgos de Pyongyang, en otros países en base a la amenaza de agresión nuclear.
La vuelta de Kim
Desde el anuncio de una “nueva arma estratégica” de fines de 2019 hasta el momento el mundo ha quedado abrumado por la pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que provoca la enfermedad COVID-19. Se han reportado más de 300.000 muertes y casi 4.500.000 contagios en el planeta por causa del brote surgido en Wuhan, centro de China, y rápidamente diseminado.
En medio de una ola de murmullos, y sin saber realmente cuánto ha golpeado a Corea del Norte el nuevo coronavirus, Kim sencillamente desapareció de la vista a comienzos de abril e incluso faltó a la celebración del cumpleaños de su fallecido padre Kim Jong-il, anterior líder supremo norcoreano.
Se especuló con su muerte, con una operación de urgencia y también con un posible contagio. Pero 20 días después, el líder volvió a aparecer, sin dar explicaciones.
Los crecientes rumores en torno a la naturaleza de la nueva arma estratégica coinciden precisamente con el retorno al espacio público de Kim, y dado la preferencia de los norcoreanos por los grandes gestos y los simbolismos, un nuevo anuncio, o una prueba, podrían estar cerca.