El tabaco nunca ha sido un factor protector frente a la infección por el a la infección con SARS-CoV-2, como algunos habían sugerido al principio de la pandemia en relación al papel protector de la nicotina. Es más, cada vez hay más evidencias que sugieren que el humo del cigarrillo estimula los pulmones para producir más ACE2 (enzima convertidora de angiotensina 2), la proteína que el coronavirus atrapa y usa para ingresar a las células humanas.
Por ABC
Los hallazgos, que se publican en «Developmental Cell», pueden explicar por qué los fumadores parecen ser particularmente vulnerables a las infecciones graves. El análisis también indica que el cambio es reversible, lo que sugiere que dejar de fumar podría reducir el riesgo de una infección grave por coronavirus.
Desde las primeras etapas de la pandemia actual, los científicos y los médicos han notado diferencias dramáticas en la forma en la que los pacientes responden a la infección con SARS-CoV-2. La mayoría sufre solo una enfermedad leve. Pero otros requieren cuidados intensivos cuando el virus, a veces mortal, ataca. Tres grupos, en particular, han sido significativamente más propensos que otros a desarrollar enfermedades graves: hombres, ancianos y fumadores.
Los autores del trabajo, Jason Sheltzer y Joan Smith, del Laboratorio Cold Spring (EE.UU.), investigaron si los grupos vulnerables podrían compartir alguna característica clave relacionada con las proteínas humanas de las que depende el coronavirus para la infección.
Para leer más, ingresa aquí