Volvamos al punto inicial. ¿Se acabó Venezuela? En absoluto, para que se me entienda. La Independencia fue una radical “ruptura política”, pero la sociedad criolla seguía siendo la misma, dividida en castas y clases cerradas, sin movilidad social y economía esclavista hasta 1854. Y “arriba” llegaron un “grupito” de nuevos ricos, la mayoría aprovechados de la guerra y la crisis (como siempre). Páez y otros se convierten en los “nuevos dueños”. En Venezuela la mal llamada “burguesía nacional” siempre ha tenido su origen en el gobierno de turno. Venezuela, como Nación-Sociedad y Estado tiene larga vida; lo que tenemos es un problema de corto plazo de necesidad y urgencia de cambio de gobierno y políticas. Una economía destruida y necesidad de recuperarla en el corto-mediano plazo con las reformas y correcciones necesarias, de eso se trata. Una sociedad desbordada por la corrupción e impunidad, el facilismo irresponsable del “rentismo” que nos mal acostumbró; es lo que se ha llamado “sociedad enferma” y “grave y prolongada crisis” que nos toca resolver a los venezolanos en un contexto geo-político complejo. Ninguna sociedad se suicida, siempre habrá “soluciones y salidas” políticas, el problema es que queremos que la “solución sea ya y como YO digo y me convenga”. Es como cuando el médico dice que hay que operar y el paciente pregunta, asustado, “doctor, y no lo podríamos resolver con pastillas?”