A pocas semanas de haber asumido el poder, el 16 de febrero del año 1989, el presidente para ese entonces Carlos Andrés Pérez se dirigió a la nación para anunciar una serie de medidas que darían un profundo cambio en el sector económico y social del país.
Por lapatilla.com
Las acciones contaban con el apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI), y de varios expertos que aseguraban que era una posición factible para salir del bache petrolero que se vivía en la época.
Entre los aumentos previstos en esta estrategia política se anunció el aumento del precio de la gasolina, que también venían acompañados de la liberación de las tasas de interés, así como del control de cambio y de los precios de todos los productos, a excepción de 18 renglones de la cesta básica.
El conocido “Paquetazo” provocó innumerables protestas a lo largo y ancho del territorio nacional, teniendo como resultado que el 27 de febrero de 1989 se produjera “El Caracazo”, en Guarenas, estado Miranda.
Este hecho que marcó la historia de Venezuela, provocó disturbios, saqueos y cientos de muertos, muchos de los cuales fueron reclamados y denunciados por los autores políticos del chavismo que hoy (2020) aplican una serie de medidas económicas y estructurales aún peores que la de esa época.
La traición al ideario izquierdista, como ha sido vista la posición tomada por el régimen de Maduro este sábado 30 de mayo, subió considerablemente los precios del combustible, mismo que es impagable en un país con una hiperinflación exacerbada.
Las reacciones al respecto no se han hecho esperar, el régimen pasó de un solo tirón hasta los cinco mil bolívares en el caso del producto subsidiado y hasta los 50 centavos de dólar en el caso del “precio internacional”.
Las nuevas medidas son tomadas justo después de la llegada a las costas venezolanas de gasolina traída por buques iraníes, una operación ampliamente condenada por el Gobierno de los Estados Unidos, debido a que considera que compromete la seguridad regional y oxigena al sistema totalitario reinante en el continente.
Los venezolanos perdieron de esta forma el privilegio de decir que su gasolina es la más barata del mundo y tendrán que lidiar con este nuevo problema, que parece no tener resultados positivos para los venideros meses.